El Papa se reunirá, durante su estadía en Irlanda del 25 al 26 de agosto, en forma discreta, con víctimas de abusos sexuales cometidos por curas, indicó ayer el Vaticano. El anuncio se conoció al día siguiente de que Francisco difundiera en Roma una “carta al pueblo de Dios” en la que expresó su “vergüenza y dolor” frente al reciente informe judicial sobre los abusos sexuales a más de mil víctimas por parte de 300 sacerdotes en Pensilvania. 

 “El Santo Padre se reunirá con víctimas”, adelantó a los periodistas el vocero del Vaticano, Greg Burke, al ilustrar el programa de la visita papal organizada con ocasión del Encuentro Mundial de la Familia en Dublín. “Para el papa es importante escucharlos”, explicó. Francisco suele reunirse durante sus viajes con víctimas de abusos sexuales cometidos por curas, un gesto para mostrar su solidaridad y cercanía. El vocero del Papa reconoció que el escándalo por los abusos cometidos durante décadas por clérigos en Irlanda era un tema candente de su visita. En Irlanda, responsables del arzobispado de Dublín ocultaron por décadas los abusos sexuales cometidos por sacerdotes contra cientos de niños. Cerca de 14.500 niños fueron víctimas de esos abusos.

No se descarta que el pontífice hable del tema en alguno de los seis discursos que pronunciará durante su estadía, sobre todo después de que divulgara anteayer una carta abierta a todos los católicos en la que admite que la Iglesia no supo reconocer ni actuar ante las atrocidades cometidas por los curas pederastas. El Papa además tiene previsto orar en la capilla de la catedral de St Mary dedicada a las víctimas de pedofilia en ese país.

El tema está a la orden del día después de una investigación revelara que 300 curas católicos abusaron al menos de mil niños en Pennsylvania, Estados Unidos. Los casos de abusos sexuales a menores o los malos tratos a mujeres durante décadas en instituciones irlandesas gestionadas por la Iglesia han afectado el prestigio de la institución. El Encuentro Mundial de las Familias –un evento organizado cada tres años con celebraciones y mesas redondas temáticas– será clausurado por el Papa con una misa solemne el domingo.

En una reciente homilía dominical, el arzobispo de Dublín, Diarmuid Martin, pidió al Papa que “destruya” sin duda los mecanismos que permitieron que se encubrieran los abusos. “La rabia de la gente no es sólo por los abusos, sino porque la Iglesia fue autoritaria, despótica y autoprotectora. Los escándalos de abusos han provocado un resentimiento enorme entre los creyentes”, resumió durante la homilía.