“Sin esta música, Tom Cruise hubiera fallado en su primera misión y no hubieran existido cinco secuelas”, la frase de la actriz Kathy Bates fijó el tono de la entrega del Oscar honorífico a Lalo Schifrin, en la sala Ray Dolby Ballroom de Hollywood. El compositor argentino recibió el premio de manos de Clint Eastwood, con quien trabajó en varias películas: “Creo que hicimos hecho ocho películas juntos, Lalo. ¿Podés subir y ayudarme a recordarlas? No puedo ver bien la pantalla”, introdujo el veterano actor que encarnó a Harry, el Sucio mientras empezaba a sonar la legendaria canción de Misión: Imposible.

Además de exhibir un clip que combinó escenas de varias películas que contaron con su música, la ceremonia contó obviamente con un discurso de aceptación en el que Schifrin recordó que “En mis tiempos el jazz era una música que se consideraba inmoral. No podía ir a comprar discos de ese tipo  porque estaba prohibido. Pero la música no tiene límites, es un lenguaje universal”, señaló. Tras remarcar su emoción por el premio, el compositor recordó “a mis padres, profesores, mis amigos, mi familia, y especialmente a mi mujer”, para luego reflexionar sobre su arte y su trabajo: “Componer para el cine me dio una vida de felicidad y creatividad: este Oscar es la culminación de un sueño”, dijo para cerrar con una frase por demás adecuada y retirarse en medio de un ovación: “¡Misión cumplida!”.