El campus de Ciudad Universitaria amaneció sitiado y con fuerzas policiales dentro del Centro Interdisciplinario Velatropa Eco, un predio de tres hectáreas de cimientos abandonados y recuperado por los estudiantes, que alberga también el Vivero Comunitario Ciudad Universitaria y Humeccu (Viccu). Tras el desalojo del 27 de noviembre, que fue justificado en el marco de los operativos de seguridad por la Cumbre del G20, un grupo de talleristas resiste desde la madrugada en las tres entradas del predio en litigio para evitar el avance con topadoras por el bosque. Denuncian que el Gobierno de la Ciudad pretende destruir el espacio que forma parte además de la zona de amortiguación de la reserva ecológica Ciudad Universitaria Costanera Norte (RECU-CN). 

“Todas las entradas están bloqueadas por policías y guardias de High Security (empresa privada de seguridad). Restringiendo el acceso al público, a un lugar público”, alertaron los miembros de la comunidad, que hace apenas una semana presentaron un recurso de amparo en la Justicia para evitar el desalojo “inconstitucional”. Para los estudiantes, que hace 11 años realizan distintas actividades en el espacio para promover la divulgación de conocimientos relacionados con la sustentabilidad, la ecología y la educación ambiental, el operativo lo están llevando adelante “las autoridades de la UBA en conjunto con el Gobierno de la Ciudad” en busca de espacios para proyectos de planificación urbana. “Esto implica el desmonte de la zona de amortiguación de la reserva ecológica Costanera Norte Ciudad Universitaria: 4,5 hectáreas de pulmón verde con árboles de más de 50 años de edad. Por el cual todo avance sobre el predio es de carácter inconstitucional”, ratificaron. 

Ayer durante todo el día esperaron el avance de las topadoras y convocaron a toda la comunidad a que se acerque a apoyarlos, luego de que confirmaran que todo el fin de semana Ciudad Universitaria estaría cerrada “con el objetivo de limpiar la aldea velatropa”. Previamente, el miércoles pasado habían presentado en la última sesión del Consejo Superior un documento para reclamar a la UBA que interceda frente a la presencia de las fuerzas de seguridad en la universidad “algo que es absolutamente ilegal” pero también para que frene el desmonte que “atenta contra la biodiversidad”. Lejos de escucharlos, contaron que después de 4 horas de espera, cuando el consejero estudiantil presentó el caso, le cortaron el audio del micrófono y no lo dejaron expresarse. 

Días antes, habían vaciado y comenzado a alambrar el predio. Velatropa y Viccu denunciaron que ni bien fueron desalojados entraron unas 30 personas con bordeadoras, bajaron los carteles indicativos de los proyectos y comenzaron a alambrar el predio. “El bosque de ceibos y su biodiversidad fue arrasado con topadoras sin un previo estudio de impacto ambiental durante el G20, un día después del desalojo de Velatropa, el Vivero Comunitario Ciudad Universitaria y Humeccu”, denunciaron en su cuenta de Facebook. 

Si bien el 27 de noviembre las autoridades de la Ciudad aprovecharon el G20 para hacer efectivo el desalojo, el litigio contra Velatropa comenzó en 2015, cuando la UBA radicó una denuncia ante el Juzgado en lo Criminal y Correccional Federal Número 7 acusando a los aldeanos de usurpadores. En aquel momento, el juez Sebastián Casanello consideró que no había delito porque los integrantes de Velatropa no eran violentos ni habían tomado el terreno por la fuerza e instó a ambas partes a un diálogo que nunca se concretó. 

“Respondimos con el proyecto educativo como referencia por la que el juez Sebastián Casanello propuso una mediación. Esa mediación no fue respetada, ya que con la excusa de que Ciudad Universitaria estaba en la zona roja de seguridad ante el G20, realizaron el desalojo, nos retiramos y cuando volvimos a retomar las actividades encontramos cerrado el predio y parcialmente desmontado”, denunciaron desde el colectivo.