Treinta y dos despidos con el cien por ciento de la indemnización fue el acuerdo al que alcanzó el Ministerio de Producción y Trabajo, encabezado por Dante Sica, con la firma Femsa-CocaCola y el Sindicato Unido de Trabajadores de la Industria de Aguas Gaseosas y Afines (Sutiaga) para frenar el procedimiento preventivo de crisis (PPC) con el que la empresa embotelladora de la multinacional buscaba "readecuar su estructura de trabajo" a partir de la caída abrupta en el consumo. 

El PPC solicitado por Femsa era para la planta que posee en el barrio porteño de Pompeya, donde emplea a 600 de los 3 mil empleados que tiene en el país, y tenía como objetivo despedir a alrededor de 80 operarios. El acuerdo avalado por el sindicato impactará ahora en menos de la mitad de los despidos solicitados por la empresa, mientras que la cartera de Sica se evita el costo político de otorgar, producto de la crisis económica, un plan mayor de despidos, con la posibilidad de hacerlo con solo el 50 por ciento de la indemnización.    

"Coca-Cola Femsa Argentina atraviesa atravesando una etapa compleja debido a la desaceleración del consumo, lo que la ha colocado en la necesidad de readecuar su estructura de trabajo", había comunicado la empresa el miércoles pasado al hacer público el PPC. Esa herramienta legal, que flexibiliza las condiciones laborales, fue un recurso en aumento otorgado a las empresas desde la llegada de Cambiemos: 55 (2016), 83 (2017) y 108 (2018). Los casos de Carrefour, Editorial Atlántida y Fate fueron los últimos y más resonantes. Sin embargo, el impacto político del pedido hecho por la embotelladora de la multinacional debido a la crisis, obligó una reacción distinta por parte del Gobierno. 

Hasta la audiencia de hoy, no se había conocido la posición que tomaría el Sutiaga, ya que la firma del sindicato es clave en el avance del procedimiento. Desde la rama Aguas y Gaseosas del sindicato de Camioneros, conducido por Pablo Moyano, sí se había pronunciado en rechazo al PPC, pero no fueron notificados ni tenían espacio en la mesa de negociación, ya que el plan presentado por la empresa no contemplaba despidos en los sectores con afiliados a Camioneros. "Si Coca Cola entra en crisis, cerremos el país y vayámonos", ironizó Moyano. 

En su balance del tercer trimestre, Femsa comunicó a sus inversores que "a partir del 1 de julio de 2018, Argentina es reportada como una subsidiaria hiperinflacionaria" y detalló que en los tres primeros trimestres de 2018, las ventas de Femsa en Argentina medidas en volumen bajaron un 9,8 por ciento interanual y los ingresos se redujeron un 46 por ciento por efecto conjunto de caída del consumo y a la fuerte devaluación del peso.