La segunda edición del Festival Internacional de Cine del Sur del Mundo (Ficsur) concluyó anoche en la Sala Niní Marshall de Ushuaia,con la proyección de Elis, sobre la vida de Elis Regina. Las hijas del fuego, de Albertina Carri, fue el film ganador al Mejor Largometraje de Ficción de la Competencia Internacional.. La muestra fue organizada por el Grupo Octubre, con el apoyo de la provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur y su directora fue la cineasta Paula de Luque. Se llevó a cabo desde el 15 de marzo hasta ayer simultáneamente en tres ciudades fueguinas: Río Grande, Ushuaia y Tolhuin. Tuvo como madrina oficial a la reconocida actriz Julieta Diaz. Con el eje en “Mujeres y Cine” participaron 82 películas de 20 países. Todas las actividades del Ficsur, tanto las proyecciones como las actividades especiales y los shows musicales, fueron con entrada gratuita. 

“Por ser un proyecto autogestionado en su totalidad por mujeres y auténticamente independiente en varios sentidos, Las hijas del fuego es una película que asume con coraje y con placer la decisión de atacar la mirada hegemónica heteronormativa. Su valor subversivo y anti-patriarcal se extiende también al campo del cine, en tanto cuestiona las narrativas convencionales, ya sean las del cine de ficción o las del porno, al que también pone en crisis, al descubrir una variedad de cuerpos sumamente necesaria dentro de una sociedad donde la diversidad es vista como algo peligroso”, justificó el jurado de la Competencia Internacional de Largometrajes de Ficción la decisión de darle el galardón al film de la directora de Los rubios, La rabia y Cuatreros, entre otras películas de su extensa trayectoria.  

  En la categoría Dirección de Largometrajes de Ficción el premio fue para la chilena Dominga Sotomayor, por Tarde para morir joven; la Mejor Actriz fue la brasileña Grace Passó, por Plaza París; el Mejor Actor fue el uruguayo Gonzalo Delgado, por Belmonte, película que también obtuvo dos premios: en Fotografía (Arauco Hernández y Analia Pollio) y Dirección de Arte (Alejandro Castiglioni y Nicole Davrieux). En tanto, la mexicana Marta Hernaiz fue distinguida en la categoría Montaje, por La caótica vida de Nada Kadic. 

En la Competencia Internacional de Documentales el premio fue también para un film argentino: Ausencia de mí, de Melina Terribili. El jurado de esta competencia lo valoró “por ser un retrato conmovedor de un período crucial de Latinoamérica que, por la extrema sensibilidad y la destreza técnica de su lenguaje, inspira profundas reflexiones sobre nuestro presente”. En esta competencia, la Mejor Dirección quedó en manos de los brasileños Kiko Goifman y Claudia Priscilla, por Bixa Travesty. Otro  argentino, Leonardo Val, triunfó por la fotografía de La huella de Tara. El mejor montaje fue el de Laura Fong-Prosper, por Unfinished sentences, coproducción entre Jamaica y Trinidad y Tobago. En la categoría Música, fue elegida la del australiano Michael Allen, por In the land of wolves.  

El jurado de de la Competencia Operas Primas/Directoras Argentinas eligió a Foto Estudio Luisita, de Sol Miraglia y Hugo Manso “por transformar y convertir un film en un acontecimiento, con un relato honesto, íntimo, aprovechando la investigación de la película para realizar un homenaje a  sus protagonistas, y también a una época de la Argentina que ya no existe pero que está en estos negativos pintados, compuesta de inmigraciones y mezclas de costumbres algo olvidadas”. Familia sumergida, de María Alché, obtuvo una mención especial. En tanto, el Mejor Corto de Ficción fue Bicicletas, de la argentina Cecilia Kang. Como Innovación Artística fue distinguido el corto mexicano La chica con dos cabezas, de Betzabé Garcia. Además, hubo una larga lista de premios paralelos en Ficsur. 

“Hago un muy balance de este festival. Es la primera vez que estamos en la provincia de Tierra del Fuego con Ficsur y la verdad que la recepción del público ha sido verdaderamente muy gratificante”, señaló la directora de la muestra, Paula de Luque. “Siento que hemos plantado una semilla de algo que puede crecer muy bien”, agregó y también destacó que escuchó “muy buenos comentarios de la programación en general”. También recibió el agradecimiento de mucha gente del Tierra del Fuego “por la posibilidad de ver películas que, de otro modo, no hubiera sido posible que vieran, y el agradecimiento por películas nuevas, que no son las de siempre, las del Norte que están acostumbrados a ver, sino con una programación variada, diferente, diversa”, puntualizó De Luque. 

  Si bien el tema del Ficsur era “Mujeres y cine” y de 82 films, 60 fueron dirigidos por mujeres, la directora planteó que “no es un festival en contra de los varones sino que es un festival que propone el diálogo entre los géneros y también entre los géneros del cine, propone el diálogo entre esquemas de producción diferentes”. De Luque subrayó que como directora del Ficsur no puede pensar en un acontecimiento más importante que otros. “Así como es un festival donde no hay una única mirada del universo femenino tampoco puedo decir que hubo un acontecimiento más relevante. Hubo muchos. Creo que lo relevante es todo el festival en su diversidad y su propuesta variada que se compuso de las películas, los seminarios, las charlas, las clases magistrales y también de los espectáculos musicales. La gente tuvo un abanico muy grande para elegir y para ver. Lo relevante es la envergadura y la variedad”, expresó. 

 En relación a los objetivos planteados, De Luque sentó posición: “Siempre es perfectible el trabajo de uno. Quien no diga eso es un arrogante. Por lo menos, es mi modo de trabajo y pienso que se puede perfeccionar. De todos modos, en la relación entre expectativas y resultados me siento muy contenta, estamos todos muy contentos y está toda la gente muy contenta. Tiene alegría y mística. Ojalá podamos hacer uno el año que viene nuevamente en Tierra del Fuego”.