Olvidado por la historiografía oficial y el sistema educativo tradicional, José Santos Salinas fue maestro, abogado, inspector de escuelas y ministro de Justicia e Instrucción Pública del primer gobierno de Hipólito Yrigoyen (1916-1922). Nació el 22 de agosto de 1870 en El Simbolar, una localidad del departamento General Belgrano, en la provincia de La Rioja.

En Buenos Aires, Salinas hizo el secundario en el colegio Mariano Acosta y estudió Abogacía en la UBA, donde se graduó con la tesis “Instrucción Pública y la Subvención Nacional en las Provincias”. Luego, ejerció como inspector nacional de escuelas en Jujuy.

En 1918, el Gobierno radical respaldó la Reforma Universitaria y designó a Salinas interventor de la Universidad de Córdoba. Así fue que le dio cauce a ese movimiento revolucionario. El ministro yrigoyenista participó también en la nacionalización de las universidades del Litoral (1919) y de Tucumán (1921). Entre 1920 y 1922, el Ejecutivo lo designó rector de la universidad santafesina. Impulsó la creación de 643 escuelas primarias en todo el país, de las cuales 83 le correspondieron a La Rioja, según informó la revista oficial El Monitor.

Al hablar en el centenario de la creación de la UBA, en 1921, Salinas pedía una “universidad libre de prejuicios, genuinamente argentina, grande y prestigiosa, e identificada con la vida nacional, y con sus necesidades económicas, industriales y comerciales”.

Hijo de Adela Escuti –chilena– y Félix Salinas, se casó en Jujuy con Margarita Sánchez Carrillo, con quien tuvo una hija y tres hijos –Dardo Edmundo, José Raúl, Nelda María y Jorge Augusto–. En esa provincia actuó en la vida política de la UCR y luego, ya en Buenos Aires, se sumó a la Revolución del Parque y a la rebelión de 1893, dos levantamientos contra el régimen, como se definía al sistema oligárquico.

Murió en esa ciudad el 30 de agosto de 1933 y fue sepultado en el cementerio de la Chacarita, en el panteón del Magisterio. Más tarde sus cenizas fueron llevadas a una bóveda familiar en la Recoleta y desde el año pasado descansan en Olta.

Al cumplirse el centenario de la Reforma de 1918 y de la creación de escuelas en La Rioja, Salinas fue homenajeado por el gobierno provincial. Un mural lo recuerda en la sede de Chamical de la Universidad Nacional y la Escuela Normal de Olta lleva su nombre.