“Se supone que los fantasmas están atrapados en un lugar y que no pueden avanzar ni salir de allí… ¡es perfecto para una sitcom!” El director británico Tom Kingsley evoca la epifanía que dio lugar a Ghosts, la deliciosa serie de comedia sobrenatural que estrenó este año la BBC y que, por el momento, desde la Argentina sólo puede pescarse online. Ghosts redescubre el inmenso potencial para el humor y la comedia que albergan los espíritus condenados a vagar entre los vivos.

Por supuesto que hay otros ejemplos de fantasmas en esta era de las series –como el irresistible policial inglés River o el culebronero hit The Haunting of Hill House–, aunque los espectros incorpóreos parecen algo descuidados en el universo de las sagas televisivas, entre tanta horda de zombies y tanta logia vampírica. Ghosts rescata a los fantasmas y los pone en una dimensión distinta, la de actores de comedia. Y el resultado es muy bueno.

Estos fantasmas tienen capacidad de asustar, sí, pero también cuentan con el don de ser objeto de risa gracias a sus numerosas limitaciones: habilitan el anacronismo constante porque como fósiles anclados en otras eras y no entienden el mundo actual, se sienten disminuidos y acomplejados pues les cuesta horrores interactuar con los vivos, y para colmo, no pueden dejar nunca el set de filmación (en este caso, una conveniente y sombría mansión británica venida a menos).

Todos estos atributos convierten al staff fantasmagórico de Ghosts en un equipazo para la comedia coral. Ese espíritu colectivo –tan clásico del humor inglés, de Monthy Python para acá–es secuela de Horrible Histories, un programa infantil de la década pasada comandado por el mismo equipo de actores-guionistas de Ghosts: Mathew Baynton, Simon Farnaby, Martha Howe-Douglas, Jim Howick y Ben Willbond.

La otra vuelta de tuerca que la serie aplica sobre el protocolo narrativo de los fantasmas tiene que ver con la temporalidad: la vetusta mansión en cuestión tiene muchos siglos de existencia, por lo que en ella coexisten espectros de distintas eras y hasta de la prehistoria. ¿Fantasmas de cavernícolas? ¿A quién se le ocurrió eso? PáginaI12 se lo pregunta directamente al realizador, Tom Kingsley.

-Robin, el fantasma-cavernícola, es uno de los personajes más sorprendentes de la serie. ¿Cómo llegaron a esta idea del fantasma de un hombre primitivo? ¿Hay en Ghosts un proceso para explorar, y expandir, el universo de los fantasmas?

-Nos pareció extraño que en la cultura popular se crea que los fantasmas empiezan aproximadamente en el siglo XVI y llegan hasta el siglo XX. Así que hay algunos fantasmas cliché en la casa que todos esperan estar allí, como un hombre con la cabeza cortada. Pero también es divertido mezclar fantasmas en los que normalmente no pensarías, como un fantasma de la década de 1980. O uno de la Edad de Piedra: Robin, el hombre de las cavernas. Él ha estado en esta zona de tierra durante diez mil años, lo que es fascinante y también horriblemente sombrío. Ha visto cómo las civilizaciones suben y bajan, y nos parece gracioso que se haya vuelto extremadamente sabio y filosófico, pero que no pueda articular su sabiduría muy bien debido a su pequeño cerebro. Los seis guionistas acuden a cada idea desde diferentes direcciones, aplicando una lógica rigurosa y lanzando ideas muy tontas. Pero cuanto más pensamos en los fantasmas, menos parecen tener sentido. En todas las culturas, las historias de fantasmas parecen estar de acuerdo en que los fantasmas pueden caminar a través de las paredes y, sin embargo, pueden pararse en el suelo. Tienen reflejos en los espejos, pero no proyectan sombras. Intentamos elaborar una lista de reglas sobre lo que los fantasmas pueden y no pueden hacer, pero nunca tuvo sentido. Por lo general, solo seguimos con lo que se siente como una historia de fantasmas normal y no nos preocupamos demasiado por la lógica.

-Ghosts mezcla momentos de miedo con muchos gags y risas. ¿Cómo intercalan esos dos efectos?

-Mucho del humor de Ghosts tiene que ver con crear una expectativa en la mente de la audiencia, justo antes de subvertirla repentinamente. Y así, los momentos de miedo son parte de la puesta en escena para los chistes que vienen. Fue divertido usar un poco de lenguaje de cine de terror para crear la acumulación de estas escenas espeluznantes, antes de pinchar la ilusión y hacerlas graciosas de nuevo. Me encantan las películas de terror y es muy divertido tener la oportunidad de hacer un programa de comedia que tenga ese tipo de atmósfera. Sin embargo, una película de terror adecuada necesita largas secuencias de tensión muy lenta para poder trabajar, mientras que Ghosts es principalmente un espectáculo de comedia, de rápido movimiento. Por eso sólo tenemos secuencias de miedo en algunas ocasiones especiales. El ritmo de cada episodio realmente no permite el horror genuino.

-La mansión y su plantel de fantasmas dan la posibilidad de que personajes de muchas épocas "vivan" al mismo tiempo. ¿Cómo trabajan sobre eso?

-Los guionistas son los actores, y cada uno de ellos creó y desarrolló su propio personaje. Y como ellos forman un equipo que viene trabajando juntos desde hace diez años, saben instintivamente cómo se van a complementar los diferentes personajes. Es un gran equilibrio de diferentes energías y estados de ánimo. Y es maravillosamente extraño ver en conflicto a estos personajes que vienen de momentos de la Historia completamente diferentes, con sus diferentes puntos de vista sobre la moralidad y la cultura. Hay nueve fantasmas en total, aunque en los inicios del proyecto, los seis actores-guionistas interpretaban diferentes personajes cada uno y había aproximadamente cien fantasmas viviendo en la casa, de todas las edades de la historia británica. Sin embargo, nos dimos cuenta de que no sólo era demasiado complicado para filmar, sino que también hacía que la historia fuera menos interesante, porque significaba que los fantasmas podían socializar más y no quedarse con el mismo pequeño grupo de personas. Es una historia mejor si es más claustrofóbica: sólo un pequeño grupo de fantasmas que no pueden evitar involucrarse unos con los otros.

-En esta época de abundancia de series hay monstruos de todo tipo: zombies, vampiros... ¿Por qué eligieron los fantasmas?

-Los fantasmas están atrapados y no pueden seguir adelante, lo que es lo mismo que en una sitcom, donde los personajes deben permanecer igual para que el espectáculo funcione. Así que Ghosts es técnicamente una sitcom bien definida, porque tenés personajes en conflicto extremadamente diferentes que no pueden irse de ahí y no pueden cambiar. Están condenados a molestarse mutuamente por la eternidad, lo cual es triste y también divertido. Lo que hace que los fantasmas sean especiales para mí es que tienen una tristeza oculta: están permanentemente decepcionados de que nunca lograron lo que querían y están aislados de su tiempo natural. Esa es una mezcla encantadora de tristeza y estupidez que hace que la historia sea más rica. Además, cuando comparas fantasmas con otros personajes sobrenaturales, los fantasmas me parecen más divertidos porque realmente no pueden hacer nada. Los vampiros y los zombies deben atacarte salvajemente para sobrevivir, pero los fantasmas simplemente se quedan tristes, como un huésped aburrido que se queda mucho tiempo en una fiesta. La idea inicial de un fantasma es aterradora, pero si realmente pasas un tiempo hablando con uno, sería un poco ridículo porque no podrían tocarte ni hacerte nada. Simplemente se quejarían de lo aburridos que están. Personalmente, no creo que existan fantasmas, pero sí creo que la gente los ve. Eso es porque los fantasmas son un reflejo de lo extraños que son nuestros cerebros y de cómo procesamos nuestros recuerdos de otras personas. Creo que los fantasmas son una forma de hablar sobre lo que significa estar vivo.