“Los manicomios son campos de concentración. La gente que vive en ellos está internada por la ciencia, detenida por la Justicia y desaparecida socialmente. Los que viven en el manicomio son nuestros otros desaparecidos, porque ‘no existen’”, afirma Alberto Sava, fundador y director del Frente de Artistas del Borda (FAB). Es, aquella, una comparación que suele hacer en actos y encuentros, pero que en este contexto específico adquiere una connotación especial: integrantes del FAB terminaron el ensayo general de Sin reserva en el excentro clandestino de detención Olimpo. Se trata de un espectáculo integral que reúne producciones de la totalidad de los talleres del grupo.

El sol y un rayo de energía colectiva atraviesan de punta a punta el área exterior del ex Olimpo, que funcionó como centro clandestino entre mediados de agosto de 1978 y fines de enero de 1979, y donde se encerró a alrededor de 500 personas, la mayoría desaparecidas. Estos datos se leen en la estructura que separa al verde predio de las celdas y salas de tortura. Al aire libre, donde transcurre la obra entera, coordinadores y participantes de los once talleres que dicta el Frente ensayan sus escenas. Sava los persigue con una pila de hojas con anotaciones. Son 55 escenas y alrededor de 60 artistas. El público permanece de pie y camina dirigiéndose a cada uno de los puntos donde transcurre la acción.

Sin reserva reúne trabajos de los últimos dos años de los distintos talleres del Frente, por eso es un espectáculo multidisciplinario que abarca danza, mimo, circo, teatro participativo, música, plástica y periodismo, entre otros lenguajes. El estreno es hoy y habrá tres funciones más los siguientes sábados a las 17, en Ramón Falcón 4250 (Floresta). Por obvias razones, se suspenden por lluvia. “La idea es hacer un relato sobre la violación de los derechos humanos, sociales, políticos y manicomiales”, resume Sava. Sin una historia lineal, la obra se centra, por momentos, en la última dictadura militar y, por otros, en los atropellos que afrontan quienes habitan los neuropsiquiátricos. No sólo en el día a día, sino que también hay mención a episodios concretos y conocidos: la muerte por inanición de 32 mujeres en el Moyano durante el menemismo o la represión de la Policía Metropolitana en el Hospital Borda, por ejemplo.

“Cuando entré al Borda en el ‘84 había, en todos los hospitales psiquiátricos, públicos y privados, alrededor de 30 mil personas internadas. Para mí eran otros 30 mil desaparecidos. Ahora no hay muchos menos, son 20 mil. No existen. No tienen voz ni voto, no trabajan, no influyen, no producen cambios para sí ni para los demás. Los manicomios son campos de concentración porque se violentan todos los derechos humanos: se come mal, se viste mal, se sobremedica, hay maltrato físico y psíquico, falta de libertad y electroshock, otro elemento de tortura. La persona se convierte en objeto, está a merced de un poder institucional con criterios fascistas”, argumenta el mimo y psicólogo social.

Desde hace 33 años, el FAB desarrolla dentro del Borda talleres de los que participan artistas internados, externados y ambulatorios y todo aquél que desee sumarse. Los trabajos consumados, como Sin reserva, y los recitales, exposiciones y muestras, completan el objetivo. “Lo que hacemos es visibilizar a estos desaparecidos, a estas voces acalladas del manicomio”, define Sava. Además, en definitiva, la obra es otro grano de arena en la lucha por la desmanicomialización: el cierre de los manicomios. En 2010 se sancionó una nueva Ley Nacional de Salud Mental que, en síntesis, prohíbe la creación de nuevas instituciones de ese tipo y promueve lugares alternativos de atención. “Está paralizada, ahora más que nunca. Este gobierno está sacando artículos y no la apoya”, advierte.

Sin reserva se presenta “a 33 años de la creación del Frente, a 41 del golpe cívico-militar-religioso y a casi cuatro años de la represión de la Policía Metropolitana en el Borda”, se lee en el programa de mano. La idea de llevarlo adelante surgió en una asamblea. El primer espacio elegido fue la Reserva Ecológica, por la teoría de que allí aparecieron los cuerpos de secuestrados y torturados arrojados por los militares desde aviones. En octubre y noviembre del año pasado, el FAB recorrió la reserva y elaboró un pre-guión que finalizaba a orillas del río. Pero finalmente, las autoridades del predio cancelaron el estreno, porque una propuesta de estas características “altera el orden y equilibrio ecológico del espacio y, además, por razones ideológicas”, detalla el grupo. Con las adaptaciones pertinentes llega, finalmente, al ex Olimpo. El nombre del espectáculo lleva implícita esta denuncia.