¿Vos sos mi señorita?             

La pregunta no la formuló ni un niño ni una niña, sino una mujer de unos cuarenta años. Esto fue hace casi dos décadas, y la aludida como docente era otra mujer coetánea de su futura alumna. Ése fue el acto inaugural que echaría a rodar una experiencia pedagógica absolutamente revolucionaria que llega, luchas varias mediante, hasta nuestros días: el Centro Educativo Isauro Arancibia, que en sus inicios funcionaba en una oficina de la sede porteña de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE). La maestra en cuestión era Susana Reyes y la alumna Elena Reynaga, quien presidía la Asociación de Mujeres Meretrices de la Argentina (Ammar). Fueron las propias integrantes de Ammar quienes le comentaron a la maestra que había muchos chicos y chicas viviendo en la estación de tren de Constitución que no iban a la escuela. Susana y las integrantes de Ammar fueron a buscarlos, los convocaron para que se acercaran al Isauro, para que pudieran aprender a leer y escribir. Desde entonces, la escuela ha sufrido varios embates (intentos de cierre y/o destitución de su directora), de los cuales ha salida fortalecida. Prueba de ello es que en estos años no ha cesado de crecer su matrícula, por lo que debieron cambiar varias veces de edificio hasta lograr tener uno propio, en el barrio de San Telmo, en la avenida Paseo Colón y Cochabamba. En la actualidad acuden más de trescientos estudiantes, hay un jardín maternal para sus hijos/as, emprendimientos productivos, y hasta una hogar para veinticinco personas que son acompañadas para que puedan lograr un proyecto de vida y de vivienda propio.

La experiencia laboral de Susana Reyes se desarrolló principalmente en el área del Adulto y Adolescente como maestra y directora. Es profesora para la enseñanza primaria y realizó las especializaciones en educación popular y en adultos y adolescentes. También obtuvo el título de psicóloga social. Es directora del Centro Educativo Isauro Arancibia y fue maestra en el mismo desde su creación en el año 1998. Actualmente es profesora de institutos de formación docente en donde dicta las materias Educación Popular y Alfabetización de Adultos. Es autora y coordinadora de La escuela Isauro Arancibia. Una experiencia colectiva de educación popular en el sistema formal (Noveduc), que fue presentado este año en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.

Susana Reyes cuenta que su amor por la enseñanza nació en su primera infancia, cuando acompañaba a su madre, también maestra, a trabajar. Luego esa vocación despuntaría en su adolescencia, cuando militaba en la Juventud Peronista alfabetizando en barrios e inquilinatos, antes de ser secuestrada junto a su pareja por la patota militar en el año 1977. “Yo fui muy lectora, desde muy chica, y para mí los libros y el poder leer es algo maravilloso. Tal vez porque mi papá y mi abuelo eran libreros. Yo realmente pensaba que todo el mundo tenía que saber leer”, recuerda.

Susana es sobreviviente del Centro Clandestino de Detención “El Vesubio”, donde estuvo detenida-desaparecida durante tres meses, embarazada. Su compañero y padre de su hijo, Osvaldo Mantello, no sobrevivió, sus restos fueron identificados por el Equipo Argentino de Antropología Forense en 2009.