"Hoy anuncio que en las próximas semanas renunciaré como miembro del Senado de los Estados Unidos". De esta manera, Al Franken, senador demócrata por Minnesota, anticipaba  su dimisión en medio de denuncias por acoso que fueron minando sus apoyos dentro del partido. “Sé en mi corazón que nada de lo que he hecho como senador, nada, ha deshonrado a esta institución", agregó ante el pleno del Senado.

Franken acumuló siete denuncias en las últimas semanas y quedó en el ojo de la tormenta. Leeann Tweeden, una presentadora, fue la que inició la seguidilla de denuncias, el mes pasado. Contó que Franken la besó a la fuerza y la manoseó durante una gira de visita a las tropas en Medio Oriente, en 2006. En aquella época, Franken era un humorista y escritor, famoso por su rol en Saturday Night Live.

"Me besaste a la fuerza sin mi consentimiento, tocaste mis pechos mientras dormía e hiciste que alguien tome una foto mientras lo hacías, sabiendo que después la vería y me humillaría", contó la mujer en una columna en la radio KABC. La senadora demócrata  Kirsten Gillibrand, de Nueva York, encabezó la ofensiva contra Franken: "Necesitamos poner un límite y declarar que nada de esto es aceptable y que nosotros como líderes elegidos tenemos que comportarnos con estándares más altos". Las denuncias se sucedieron y el antiguo cómico quedó con poco margen.

El ahora ex senador se había convertido en una de las principales figuras del Partido Demócrata tras su llegada al Senado en 2009. A los 66 años, estaba considerado como uno de los dirigentes más carismáticos entre los liberales y su nombre sonaba entre los posibles candidatos para las elecciones de 2020.

En su discurso ante los senadores, en el que anticipó su renuncia (tenía mandato hasta enero de 2021), Franken aseguró que "hay cierta ironía en el hecho de que yo dimita mientras un hombre que se ha jactado de su historial de abusos sexuales se siente en el Despacho Oval". No sólo se refería al historial del propio Trump, sino también al apoyo del presidente a Roy Moore, el aspirante a senador republicano por Alabama, que cuenta con un historial de denuncias de mujeres que afirman haber sido abusadas cuando eran menores de edad, en un caso que ha dividido a los propios conservadores.

La caída de Franken se produce la misma semana que Jon Conyers anunció que se retira de la Cámara de Representantes por denuncias de acoso a mujeres integrantes de su staff. Lo hizo tras el inicio de investigaciones por parte del Comité de Ética de la Cámara baja. Conyers tiene 88 años, es el legislador más longevo y ocupaba su cargo desde 1964, siendo reelecto cada dos años por Michigan. Su ida era completar el mandato hasta enero de 2019, pero la presión lo llevó a anticipar su salida.