El presidente Mauricio Macri convocó por decreto al Congreso de la Nación a sesiones extraordinarias desde hoy hasta el 31 de diciembre próximo para tratar el Presupuesto Nacional 2018 y las reformas tributaria, laboral y previsional, entre los que generan más resistencias y ponen en duda la capacidad que tendrá el oficialismo para conseguir los votos necesarios. El decreto presidencial 1014/2017 incluye en las sesiones extraordinarias el debate del Pacto Fiscal entre la Nación y las provincias, la reforma de la Ley Orgánica del Ministerio Público Fiscal y del Ministerio Público de Defensa.

En materia económica también se incluyen proyectos como el régimen federal de responsabilidad fiscal, de buenas prácticas de gobierno, de financiamiento productivo, y la prórroga del impuesto sobre los créditos y débitos en cuentas bancarias (impuesto al cheque). Asimismo, se incluye el proyecto sobre revalúo impositivo y contable y la modificación de la ley de Impuesto a las Ganancias.

Otros puntos del decreto publicado esta mañana en el Boletín Oficial, tiene temas que generarán menor debate parlamentario como: la consideración de acuerdos para designaciones y promociones, la autorización para el presidente para ausentarse del país durante el año 2018 "cuando razones de gobierno así lo requieran", la consideración de tratados, convenios y acuerdos internacionales, y la autorización para desempeñar sus respectivos cargos de cónsules y vice cónsules honorarios propuestos por gobiernos extranjeros. 

Los dos proyectos que podrán toda la atención sobre el Congreso serán la reforma previsional y laboral. La reforma en el cálculo para los aumentos en jubilaciones, pensiones y asignaciones, que perjudica el poder adquisitivo de los adultos mayores y otros beneficiarios al pasar a ser calculado sobre el ritmo de la inflación, pasó con media sanción la Cámara alta, gracias al acuerdo entre la Casa Rosada y los gobernadores, pero aparece una perspectiva distinta en Diputados.

En la Cámara baja la reforma reúne un rechazo del grueso del arco opositor y se le sumó el de los peronistas “dialoguistas”, que no pueden garantizar todos los votos del bloque creado por los gobernadores provinciales, además de diferencias internas en el propio bloque de Cambiemos. Esas diferencias intentaban limar esta mañana en Casa Rosada, en una reunión de los representantes del bloque con el Gabinete de Macri.  El jefe de Gabinete, Marcos Peña; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el titular de la Anses, Emilio Basavilbaso; y el jefe del interbloque de Cambiemos en la Cámara de Diputados, Mario Negri, se reunieron para pensar la estrategia que cumpla con el deseo de Macri de votarla en extraordinarios sin que vuelva al Senado, para lo que deberá contar con el respaldo de los diputados del PJ.  

En cuanto a la reforma laboral, la semana pasada, la ATE Nacional, la CTEP, la CTA Autónoma, Barrios de Pie, la Unión Ferroviaria y otros gremios combativas realizaron una masiva marcha desde Congreso a Plaza de Mayo; que replicó la movilización hecha por las dos CTA, la Corriente Federal de la CGT y Camioneros el 29 de noviembre. Además, la Marcha de la Resistencia convocado por la Asociación Madres de Plaza de Mayo también estuvo atravesada por el rechazo a la reforma laboral impulsada por el macrismo.  

El secretario general de los Obreros Curtidores, Walter Correa, repudió el proyecto de reforma laboral al que calificó de como una "precarización laboral" con "todo a favor de las patronales" y enumeró algunos de las reformas que introducen contra los trabajadores: la reducción a un año el tiempo para realizar un juicio laboral, el blanqueo que impide que se les reconozcan a los trabajadores los años trabajados en negro, la reducción de las indemnizaciones, la posibilidad de que la empresa reasigne tareas a un trabajador con el despido como única resistencia, la incorporación de la figura del trabajador independiente para “dejar a los trabajadores fuera de convenio”, la baja de las cargas patronales y las pasantías “no para que los pibes aprendan sino para tener sueldos más bajos”. 

En ese contexto, la CGT quedó atrapada en una situación incómoda para defender la negociación que encaró con el ministro de Trabajo, Jorge Triaca. Los triunviros insisten en mostrar como un logró y un freno algunos puntos negociados con la Casa Rosada, como el banco de horas —cuyo objetivo es reacomodar las horas trabajadas para eliminar el pago de horas extra—, que de todas formas será negociado en las mesas sectoriales por convenio.