Organizaciones de mujeres concentran hoy en la puerta de Tribunales provinciales junto a los padres de Chiara Páez para reclamar que la Cámara Penal no reduzca la condena al femicida de la chica que tenía 14 años cuando fue atacada por su ex novio, de 17. El temor de la familia radica en recomendaciones de organismos internacionales sobre las penas a personas menores de 18 años. Hace tres meses, el joven fue condenado a 21 años y medio de prisión por el crimen de la adolescente, que estaba embarazada de dos meses, en mayo de 2015, en Rufino. Ahora, su defensa reclama una revisión por el "espeluznante" crimen. Quien clama por Justicia, a viva voz, es Fabio Paez, el padre de la víctima. "No tiene que pasar más esto", dijo en torno a los femicidios, que se producen cada 29 horas en el país. El Tribunal de Apelación estará presidido por la jueza Carolina Hernández y la audiencia será sin más público que los padres de la chica, ya que la acusación es hacia una persona que era menor al momento del hecho, cuya imagen debe ser resguardada.

El femicidio de Chiara motorizó la primera marcha de Ni una menos, en 2015. Desde entonces, cada 3 de junio, el movimiento de mujeres sale a la calle a reclamar sus derechos y el fin de la violencia machista, en cada una de sus formas. Sin embargo, pese a lo emblemático de la causa, que logró una alta condena meses atrás, la familia de la víctima teme un revés judicial y lo que pueda suceder hoy en los Tribunales rosarinos mantiene en vilo a organizaciones feministas de todo el país.

 

Fabio Páez reclamó que avance la causa sobre cuatro adultos familiares de Mansilla, que lo ayudaron.

 

En septiembre pasado, la Justicia de Venado Tuerto condenó al ex novio de la chica a 21 años y medio de prisión. Quien lo resolvió fue el juez de Menores Javier Prado, por considerar que el hecho cometido por Manuel Mansilla fue "espeluznante". El magistrado también evaluó que el joven no mostró arrepentimiento. En su momento, Fabio Páez se manifestó satisfecho, pero reclamó un avance en la causa sobre cuatro adultos familiares del chico, porque la querella asegura que Manuel no pudo haber cometido solo el crimen: Chiara terminó enterrada en un pozo, en la casa de los abuelos del chico.

La relación de los adolescentes empezó en octubre de 2014, pero la formalidad duró poco: en febrero de 2015 terminaron el noviazgo, aunque no dejó de haber encuentros entre ellos. El 9 de mayo de 2015, apenas unos días después de haber cumplido los 14, Chiara "se reunió con sus amigas y a las doce de la noche fue a encontrarse con Manuel. Fueron a su casa, como habían acordado, y estuvieron en el galpón ubicado en el patio posterior de la vivienda. (Ante el reciente embarazo que cursaba Chiara) su voluntad, al principio, era no dar a luz; y las intenciones de Manuel iban en idéntico sentido". Al parecer, esa noche, Chiara insinuó cambiar de idea. Así rearmó la historia el primer juez de la causa, Adrián Godoy, que hace poco más de un años declaró responsable de femicidio a Manuel. Según reconstruyó el magistrado, el chico le hizo un corte de seis centímetros en el lado izquierdo del cuello a Chiara, con un cuchillo. Luego, "la tomó, con una mano, del cuello; y con otra mano, de la cabeza, para comenzar a golpearla contra el suelo y contra la mesa de trabajo del galpón abierto. Así, hasta que la chica dejó de mover sus piernas", revela el fallo.

En su análisis, el juez Godoy destacó la violencia machista sufrida por la niña. "Mediante una conducta que sin dudas ha importado el ejercicio de violencia contra la mujer; Páez fue asesinada por su condición de mujer", señaló.

 

"Con lo que el caso significó para el país, sentimos que a dos años y siete meses no logramos justicia".

 

En tanto, el juez que impuso la pena también analizó la conducta de Mansilla: "Con inmediatez a la muerte de Chiara, Mansilla emprendió maniobras de ocultamiento de su conducta consistentes en el soterramiento del cuerpo, en una impostada preocupación y en una aparente búsqueda que de antemano sabía infructuosa. Cometió el hecho intimado con comprensión de la criminalidad de sus actos y con aptitud para dirigir sus acciones. Tuvo dominio del hecho, lo consumó del modo en que decidió hacerlo". Y agregó: "Mató a Páez despreciando su condición de mujer y conociendo de su embarazo".

Todas esas cuestiones serán expuestas hoy, frente al tribunal de apelación que revisará el monto de la pena del chico que ya es mayor de edad. La sentencia fue apelada tanto por la defensa, como por la Fiscalía, que reclamaba perpetua y el agregado del agravante por el vínculo, que fue rechazado en su momento. "Venimos un poco golpeados con la actitud de la Justicia, de hecho cuando lo condenaron nos enteramos 48 horas después de que lo sentenciaron", dijo Fabio a Rosario/12.

Hoy, a las 8.30, brindará una conferencia de prensa acompañado por organizaciones de mujeres, en la previa de la audiencia oral. "Con todo lo que el caso significó para el país, nosotros sentimos que a dos años y siete meses no logramos justicia. Sabemos que hay familias que están mucho peor por casos como éste, que ni siquiera tienen acceso a la Justicia, a que los escuchen. Lo hacemos por todos", dijo con respecto a la lucha que emprendió tras el femicidio de su hija.

Adultos. Es que en paralelo, la Justicia continúa con la causa que involucra a los abuelos, la madre y el padrastro del acusado. Desde el inicio de la investigación, y luego reforzado por los resultados periciales, la familia de Chiara asegura que el muchacho no pudo mover solo el cuerpo de su hija, que era robusta, y terminó enterrada en el patio de la casa de los abuelos de Mansilla.