Casi en paralelo, cuando el oficialismo consiguía el quórum para iniciar la sesión especial para tratar el proyecto de reforma previsional, en la plaza de los Dos Congresos se desató una nueva represión contra un grupo de manifestantes que intentó superar el cordón policial con piedras y palos.

Los incidentes comenzaron alrededor de las 14 horas sobre la avenida Rivadavia, a metros del Congreso Nacional, donde la Policía de la Ciudad -que esta vez se encargó del operativo de seguridad, luego del cuestionado desempeño de la Gendarmería de la semana pasada- había colado una hilera de vallas para impedir el avance de los manifestantes. 

En la esquina de Rodríguez Peña, un grupo se desprendió de las columna principal de la marcha de las organizaciones de izquierda y derribó uno de los vallados. De inmediato, tal como había anticipado el ministro de Seguridad de la Ciudad, Martín Ocampo, la Guardia de Infantería repelió el avance con balas de goma, gases lacrimógenos y un camión hidrante. 

Según consignó la agencia Télam, pocos minutos después de que comenzaran los incidentes, ya se registraban varios heridos y detenidos.

Con piedras, gomeras y bombas de estruendo, los manifestantes aguantaron el avance de la policía, que intentó desalojarlos de la plaza. Si bien al principio parecía que la Guardia de Infantería lograba su cometido, los jóvenes resistieron, retomaron el control y avanzaron sobre los uniformados. 

Los jóvenes formaron barricadas, parapetándose detrás de placas de madera, mientras seguían arrojando todos tipo de objetos a la policía, que empezó a sumar efectivos ante el avance de los jóvenes.

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