El pasado 5 de febrero se realizó en Los Ángeles, Estados Unidos, el almuerzo que acostumbra reunir a los nominados a los premios Oscar, donde además de probar los ternados algún apetecible tentempié, posan para la habitual fotito grupal de cada año. Y aunque en esta edición hubo grandes figuras –Steven Spielberg, Gary Oldman, Margot Robbie, Willem Dafoe, etcétera–, fue la icónica cineasta Agnès Varda la que acaparó todos los flashes. Una curiosidad de considerarse que la señora –cuya más reciente cinta, Visages, Villages (Rostros, pueblos), está nominada a Mejor Documental– ¡ni siquiera acudió al encuentro! Sucede que ante la imposibilidad de asistir, se las apañó la francesa de 89 años para estar presente de algún modo, y tuvo la graciosa idea de enviar varias figuras suyas recortadas en cartón, tamaño real, en las más ocurrentes poses (en una, sosteniendo a su adorado gatito). Un gesto insólito que tanto encantó a Meryl Streep, a Guillermo del Toro, a Greta Gerwig y al presidente de la Academia de Hollywood John Bailey, que acabaron tomándose fotos con la versión en cartón de la legendaria guionista y directora, una de las fundadoras de la Nouvelle Vague, autora de las más bellas películas...