El senador del PRO y una de las principales espadas del Gobierno en el Congreso, Federico Pinedo, sacó a relucir la posibilidad (y costumbre) de que el presidente Mauricio Macri decida "vetar la despenalización" del aborto en caso de que la norma que se llegara a sancionar se “extralimite” o “no sea razonable” a la mirada de Cambiemos. “La decisión final es de él”, dijo el legislador y se preocupó en dejar claro que tanto él como el jefe de Estado tienen una postura "antiabortista”.

“El que va a tomar la decisión final es el Presidente porque tiene la facultad del veto”, remarcó el senador al ser consultado sobre cuál sería la reacción del Gobierno en caso de que se trate y apruebe el proyecto en Diputados y Senadores, cámaras donde, reconoció, “los del oficialismo somos minoría”.

El presidente provisional del Senado basó la amenaza del veto en un antecedente ocurrido en 2012, cuando Macri era jefe del Gobierno porteño y la Legislatura aprobó la ley de aborto no punible en casos de violación y riesgo para la salud o la vida de la mujer. Esa vez, remarcó Pinedo, Macri “consideró que (esa norma) se extralimitaba a favor del aborto libre y la vetó. O sea que no tiene una postura abortista”.

Además, advirtió que el Presidente adoptaría una decisión similar a esa “según lo que sancione el Congreso” y si lo que se vota es “razonable o no” a sus ojos. El fundamento de lo razonable para Pinedo se explica de la siguiente manera: “Si se sancionara que se puede eliminar la vida de las personas sin más, sin ninguna limitación, o que se puede agarrar un embarazo de 9 meses y matar al chico, lo más probable es que el Presidente lo vete”,dijo.

Por el contrario, prosiguió Pinedo, la posibilidad de que Macri no vete la despenalización sería que se sancione “algo que pueda ser considerado razonable, como disminuir la pena (contra la mujer que aborta) en casos de violación o emoción violenta en determinadas circunstancia atenuantes”. Es decir, una legislación casi sin variantes a lo que ya establece el Código Penal.

El disparador de las explicaciones de Pinedo fue una pregunta sobre qué ocurriría si esa ley se votara en un momento de la historia en que hay un Papa argentino y la relación entre el Gobierno y el Vaticano no es del todo fluida. “En ese caso, el que va a tomar la decisión final es el Presidente”, sintetizó.

El senador se jactó de estar “en contra” de la interrupción de un embarazo y, entre sus fundamentos, sostuvo que “es demasiado violento sostener que se pueden eliminar vidas porque algunos quieran" y puntualizó: "No encuentro diferencia entre eliminar la vida de un chico por nacer y uno que nació".

Con ese argumento, el legislador se manifestó confiado en que el proyecto para el cual se pidió una sesión especial para el 8 de marzo, Día de la Mujer y de la marcha del 8M. "La mayoría de los senadores votarían en contra" dijo y planteó que “hay gente de Cambiemos que está a favor y hay mucha más que está en contra”. Luego, lanzó una chicana: “Seguramente vamos a tener aliados de otros partidos, por ejemplo Cristina Kirchner, que creo que en este tema piensa lo mismo que yo”, dijo en alusión a senadora y ex presidenta durante cuyo gobierno frenó el tratamiento de la despenalización.