Cuarenteñeros, quedatencasólogos; hermanos y hermanas (e hijos úniques) en crisis más o menos existencial; seres o no seres, estares o no estares; extralarges que hace unos meses eran medium; seden
"Qué me importa lo que Diego hizo con su vida, me importa lo que hizo con la mía".Roberto Fontanarrosa
A Carlos Bruck (Z’L’) y Carlos Fraiman“No cantes, hermano, no cantes,que Moscú está cubierto de nievey los lobos aúllan de hambre...”
¡Cuarenteñeros/as/es/is/us/xs y demás consonantes y vocales de nuestro alfabeto, y de cualquier otro alfabeto o alfabeta que quiera habitar el suelo argentino!
Aisladites sociales preventives y obligatories; revoilusionarios de café; barbijos y barbijas de ideales pasados pero no pisados; amigues a más de dos metros; esclarecides de la incertidumbre; jóve
Compañeres de ruta para cuando se pueda; querides quedadites en casite; militantes del erotismo que a duras penas puede presentarles batalla a los destructivos tanáticos del Mal Organizado que han
¡Cómo cambia todo, si hace sólo un mes nadie daba un mango por la selección, y los teléfonos eran del Estado: ahora, la selección es un asunto de Estado, y no dieron casi un mango por los teléfonos
Minuto 1: Se escapa Careca, varios defensores argentinos le rezan a San Cayetano para que lo detengan y no perder el trabajo. Finalmente salva Goycochea.
Querides homealoners, acompañades hasta el hartazgo social preventivo y obligatorio, parejas en crisis postergadas hasta que termine el cuarenteno, solitaries en su salsa criolla súbitamente “norma
Compañeros en gel, amigues virtuales; cuarenteños, eñas y eñas; agorafóbicos felices, claustrofóbicos al borde de un ataque de infodemia, desarrolladores de panza en el encierro, pulidores y doras