En el altillo de un chalecito burgués, a finales de los cincuenta, un guionista escribe. Es de noche, y esa soledad es interrumpida por un holograma que viene del futuro.
Tan íntimamente estoy unido a la experiencia del alunizaje, que el primer dibujo que publiqué, en la revista Cuarta Dimensión, a mis 14 años, tenía que ver con el módulo lunar de la Apolo ba