PLáSTICA › EL GOBIERNO DESCARTA NEGOCIAR CON LAS FARC POR INGRID BETANCOURT

Hasta dónde se sube una apuesta

Mientras continúa el avance del Ejército colombiano en la ex zona de distensión, el gobierno rechazó la intención de las FARC de canjear a la candidata ecologista Ingrid Betancourt por guerrilleros actualmente en prisión. El resto de los candidatos teme por su suerte.

A seis días del fin de las negociaciones entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y el gobierno colombiano, el enfrentamiento continuó en los distintos frentes. El presidente Andrés Pastrana rechazó de plano la intención de las FARC, publicada en un comunicado, de utilizar a la secuestrada candidata presidencial Ingrid Betancourt para canjearla por miembros de la guerrilla actualmente encarcelados, mientras el resto de los candidatos expresaban sus temores por lo que vendrá para ellos de aquí a los comicios de mayo. La ONU se ofreció para mediar en el caso, quizá empujada por el éxito, hoy evaporado, de las gestiones en enero para evitar lo que se reveló como inevitable: la ruptura del proceso de paz. El Ejército continuó la ofensiva en lo que fue la zona desmilitarizada, tomando los pueblos de La Macarena y LaUribe.
Pero la ofensiva no se limitó al plano militar. En Medellín las autoridades arrestaron a 42 personas sospechadas de pertenecer a comandos urbanos de la guerrilla, confirmando los temores de que las ciudades sean objetivos en la nueva fase del conflicto colombiano. Otro de los flancos es el ataque a la infraestructura vial y petrolera del país, eje militar principal de la segunda guerrilla del país, el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Durante el fin de semana, las FARC habían dinamitado cinco torres y tres puentes en varias regiones, y ayer el acueducto de Bogotá sufrió daños menores por una bomba.
El secuestro de Betancourt provocó ayer el rechazo de la dirigencia colombiana. “Los violentos han vuelto a atentar contra la democracia”, sostuvo Pastrana. Por su lado, los candidatos presidenciales expresaron preocupación por el clima en que llevan a cabo su campaña política para las elecciones de marzo. “No hay garantías para la campaña electoral”, dijo el candidato opositor Horacio Serpa. El liberal independiente Alvaro Uribe, a quien las encuestas señalan como ganador en primera vuelta, sostuvo que “los colombianos nos tenemos que hacer moler para mantener en pie las próximas elecciones y garantizar la democracia nacional”. El candidato por la izquierda, Luis Eduardo Garzón, aseguró que “no hay ningún nivel de protección”. Betancourt, que fue secuestrada el sábado por las FARC, seguirá siendo candidata presidencial gracias a una ley que permite que los aspirantes a cargos públicos retenidos por grupos irregulares puedan ser elegidos a cargos de representación popular. Ayer, los dirigentes del Partido Verde Oxígeno, liderado por Betancourt, señalaron que su campaña seguirá en marcha.
En el sur del país, el Ejército colombiano sigue tomando las cabeceras municipales de la ex zona desmilitarizada bajo control de las FARC. Hacia el anochecer, los militares ya controlaban los pueblos de San Vicente del Caguán (en el departamento de Caquetá), Mesetas y Vista Hermosa, en el departamento de Meta, y La Macarena y La Uribe. Por la noche se anunció que la Fuerza Aérea lanzaría una segunda campaña de bombardeos contra posiciones de las FARC en la antigua región del despeje. La campaña aérea sería previa al ingreso de las tropas de tierra a los cascos urbanos que quedan por reconquistar.
En tanto, la policía colombiana detuvo a 42 personas en Medellín, bajo cargos de pertenecer a comandos urbanos de la guerrilla de las FARC. Los supuestos insurgentes fueron capturados en allanamientos efectuados por detectives y policías en diversos barrios del área metropolitana de Medellín. El jefe de la policía en esa ciudad, el general Leonardo Gallego, dijo que se investiga si esas personas planeaban atentados dinamiteros o si estuvieron detrás de los ataques con explosivos perpetrados recientemente contra la infraestructura energética de Medellín (430 km al noroeste de Bogotá) y localidades cercanas.
Pero la violencia en Colombia no tiene, por estos días, apenas dos protagonista y un sólo enfrentamiento. Ayer, el comandante del Departamento Administrativo de Seguridad (DAS, policía secreta), José de los Santos Porras, confirmó la aparición de los cuerpos descuartizados decinco agentes, secuestrados ayer por presuntos paramilitares en una carretera del norte del país. Los policías fueron secuestrados cuando investigaban el robo de gasolina a un poliducto en el departamento de Bolívar, al norte del país. Esta es una de las fuentes de financiación de las fuerzas paramilitares Autodefensas Unidas de Colombia (AUC). El comandante agregó que en una operación conjunta con la Armada Nacional se dio muerte a tres de los secuestradores, en una acción en la que fueron detenidos otros cinco paramilitares. Los miembros de las AUC, la principal asociación paramilitar del país, tenían en su poder los documentos de identidad y las placas de los cinco agentes secuestrados, torturados y asesinados. Los detenidos y las armas incautadas fueron puestos a disposición de la Fiscalía.

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La Policía Metropolitana de Medellín observa el material incautado en un allanamiento en Medellín.
 
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