El Gran Maestro argentino Miguel Angel Quinteros, que fuera amigo personal de Bobby Fischer, se mostró ayer conmovido por la noticia de la muerte del genio estadounidense, a quien calificó como “un jugador magnífico cuyo valor ajedrecístico está fuera de toda duda”. “Su clase queda para la posteridad paralelo a sus locuras, sus extravagancias y sus polémicas. El solo se dio el lujo de vencer a la imbatible escuela rusa, ya que les ganó nada menos que a Boris Spassky y Tigran Petrossian y a muchos más. Prefiero quedarme con ese genio de los trebejos, quizás el más grande de todos los tiempos, y con todos los momentos que compartimos. Es un día muy triste para mí y todo el mundo del ajedrez”, señaló.