DEPORTES › LOS JUGADORES SE QUEJAN POR EL INTENSO CALOR

“Alguien va a morir en la cancha”

El español Rafael Nadal cree que jugar en las condiciones de calor en que se disputó ayer el Abierto de Tenis de Australia es “peligroso para la salud”. El torneo vivió un día extremo, con 42,2 grados como temperatura máxima de una jornada a la que seguirán otras tanto o más calurosas aún. “Debería haber médicos que lo analicen, no soy ningún experto”, dijo Nadal. “Pero hoy (ayer) fui a entrenarme a las tres y media y hacía mucho calor.” “Jugando partido al mejor de cinco sets me parece un poco excesivo, peligroso para la salud”, añadió. El canadiense Franck Dancevic fue más allá. “Lo de hoy fue irresponsable y peligroso”, criticó Dancevic, que se desmayó brevemente durante su derrota 7-6 (14-12), 6-3, 6-4 ante el francés Benoit Paire.

“No lo van a cambiar hasta que alguien muera”, dramatizó el jugador, uno de los más afectados en un día infernal en Melbourne Park. “Había que buscar la forma de sobrevivir”, dijo Juan Martín Del Potro, que sufrió ante el estadounidense Rhyne Williams. Durante el partido de Del Potro la temperatura marcó el máximo del día, 42,2 grados a las 17.45. Uno de los más afectados por el calor fue el estadounidense John Isner, decimotercer favorito, que abandonó cuando perdía 6-2, 7-6 (8-6). “Será uno de los inicios más calurosos en la historia del Abierto”, destacó ya un meteorólogo el domingo en The Sydney Morning Herald, aunque Richard Carlyon, veterano meteorólogo australiano, aseguró que no se quebrará el record de 1908, con cinco días consecutivos a más de 40 grados, ni tampoco se alcanzarán los 45,8 de 1939.

El torneo tiene contemplado aplicar el reglamento de “calor extremo” si fuera necesario. Está previsto que la ola de calor se extienda hasta el viernes. Según las reglas en vigencia en el Grand Slam australiano, el árbitro general del torneo puede decidir cuando lo considere necesario la puesta en marcha de la “política de calor extremo”. Esas reglas contemplan que, una vez en situación de “calor extremo”, ningún partido se inicie en las canchas que no cuentan con techo corredizo, que sólo existe en las dos principales. Los partidos ya iniciados deberán completar el set que se está disputando. Una vez llegados a ese punto, los partidos serán suspendidos. En los dos estadios principales, si un partido comenzó a disputarse al aire libre, el choque continuará en esas condiciones hasta que finalice el set en disputa. Una vez finalizado ese set, el árbitro decidirá si se cierra al techo.

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