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Oscar Ruggeri no fue el único entrenador que cayó ayer. Unos minutos antes de que el ex técnico de Independiente anunciara su renuncia, Gimnasia también se quedó sin su conductor. Tras ocho partidos en el club, Mario Gómez decidió dar un paso al costado y se alejó de la institución como consecuencia de los malos resultados. Gómez asumió la dirección técnica de Gimnasia el 1º de julio pasado y, tras 99 días de gestión, cosechó cuatro empates y cuatro derrotas. Para colmo, la última caída fue el domingo pasado en el clásico ante Estudiantes. “Decidí dar un paso al costado en beneficio de los jugadores, para que se descomprima la situación y puedan levantar con la llegada de otro cuerpo técnico”, señaló Gómez, explicando las razones de su alejamiento. Si bien los dirigentes todavía no mencionaron un candidato a sucederlo, los nombres que suenan para hacerse cargo del equipo son Carlos Timoteo Griguol, Osvaldo Sosa y el uruguayo Luis Garisto. “Necesitamos a alguien que entienda lo que significa Gimnasia”, aseguró el presidente del club, Héctor Domínguez.