Mientras el Gobierno prepara el anuncio de un plan para reactivar la industria automotriz, el Ministerio de Trabajo dictó la conciliación obligatoria para frenar la suspensión de 160 operarios de General Motors en el Gran Rosario. La decisión llegó tras el fracaso de las negociaciones a nivel provincial entre la empresa y los trabajadores del sindicato de mecánicos (Smata), que había derivado en un paro por tiempo indeterminado en esa planta. La intervención de la cartera laboral fue bien recibida por ambas partes. A su vez, la Legislatura de Santa Fe sancionó una Ley de Emergencia Laboral que prohíbe a las empresas realizar despidos injustificados durante 180 días.

Desde la cartera laboral afirmaron que el único objetivo de la conciliación obligatoria declarada por quince días es preservar los puestos de trabajo. El sindicato reclama estabilidad laboral para los trabajadores efectivos y contratados. Este estaría dispuesto a negociar licenciamientos hasta marzo y, a partir de ese momento, reducciones en la jornada. Mientras tanto, la compañía afirma que está “abierta a todas las propuestas”. El conflicto comenzó a principios de octubre, cuando la empresa anunció el despido de 435 operarios. Los despidos no prosperaron, pero la empresa decidió suspender a 160 trabajadores. Las partes se vuelven a juntar mañana.

En tanto, la Ley de Emergencia Laboral santafesina se aprobó por unanimidad y pasó por las dos cámaras en tiempo record. Además de la prohibición de realizar despidos sin causa, la ley contempla multas para las empresas que echen personal sin aplicar el procedimiento de crisis. Desde la cartera que conduce Carlos Tomada señalaron a este diario que el Gobierno no está analizando la posibilidad de aplicar una ley similar a nivel nacional. “Cada provincia enfrenta la situación a su manera, pero hoy por hoy no está en la agenda del gobierno nacional, que maneja otras ideas que son las que se están tratando en el Senado”, dijeron.

En Córdoba, la fábrica de camiones Iveco dio de baja el viernes pasado a 42 operarios con contratos eventuales por la caída en la demanda brasileña y cerró su planta por esta semana. Desde el sindicato advirtieron ayer que los restantes 360 empleados que trabajan con ese régimen hasta fines de enero podrían no ser renovados por la constructora del grupo Fiat.

Por su parte, la Asociación de Supermercados Unidos (que agrupa a empresas como Coto, Wal Mart, Jumbo y La Anónima) expresó su intención de “conservar las fuentes de trabajo actualmente existentes” en ese sector.