ECONOMíA › LO QUE NO DICEN LOS EMPRESARIOS

La trama de la leche

 Por Fernando Krakowiak

Un grupo de tamberos “autoconvocados” bloqueó ayer el ingreso y la salida de camiones de la usina láctea que Williner tiene en la ciudad santafesina de Rafaela para pedir un aumento en el precio de la leche. El Gobierno anunció el martes la eliminación de las retenciones a las exportaciones de productos lácteos y aseguró que además otorgará una compensación de 10 centavos por litro a quienes producen hasta 3000 litros diarios. Sin embargo, los productores afirman que esas concesiones son insuficientes porque no les permiten llegar a cubrir sus costos. En la actualidad reciben cerca de 80 centavos, pero reclaman al menos 95 centavos, aunque algunos llegan a pedir 1,30 peso por litro. Lo que sigue es un detalle de por qué su situación no es tan crítica como intentan hacerla parecer.

Los 80 centavos de peso por litro que perciben los tamberos equivalen a 22 centavos de dólar. Hasta octubre del año pasado recibían cerca de 30 centavos de dólar, pero la eliminación del subsidio de 10 centavos de peso decidida por el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, y la devaluación administrada que está llevando adelante el Banco Central redujo sus ingresos en divisas. Igual están cobrando más que los 21 centavos que percibían en el mejor momento de la década del ‘90, con la economía dolarizada, y, si el Gobierno cumple su promesa, en poco tiempo los productores más chicos volverán a recibir el subsidio de 10 centavos de peso por litro.

También hay que tener en cuenta que el precio de equilibrio en el mercado de exportación cayó fuerte y en la actualidad está cercano a los 16 centavos de dólar por litro. Eso significa que los tamberos uruguayos, tan envidiados por sus pares argentinos que siempre ponen a la política agropecuaria del país vecino como ejemplo a seguir, están cobrando menos que en Argentina porque, a diferencia de lo que ocurre aquí, ellos exportan la gran mayoría de su producción. En otras palabras, lo que en la actualidad les garantiza un mejor precio a los tamberos argentinos es el mercado interno del que tantas veces reniegan cuando se relamen con la exportación.

Obviamente, hay unidades productivas de zonas marginales del país que son más pequeñas e ineficientes y posiblemente estén cobrando menos de 80 centavos de peso por litro, pero no parece razonable fijar el precio del producto tomando en cuenta esos casos puntuales, a los que se puede atender con políticas específicas que van más allá del precio.

Este argumento no busca defender a la industria. La Serenísima, por ejemplo, afirma que no está en condiciones de pagar un mejor precio porque destina más del 80 por ciento de su producción al mercado interno y la gran mayoría de los productos que fabrica son los que figuran en el acuerdo de precios firmado con el Gobierno. Sin embargo, pocos recuerdan que en enero de 1999 Pascual Mastellone decidió transferirle toda la “crema” del negocio lácteo a Danone, donde todavía tiene intereses comerciales. Esa firma obtiene ganancias de las que Don Pascual busca desentenderse cuando negocia con el Gobierno o con los tamberos. También hay sospechas de que el resto de las industrias paga menos de lo que en realidad puede. De hecho, los tamberos de la cuenca de Santa Fe y Córdoba denuncian que las empresas Ilolay, Verónica y Saputo vienen operando de modo cartelizado para pagarles menos.

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Imagen: Pablo Añeli
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