La industria metalúrgica terminó la larga década de la convertibilidad en la ruina, con cientos de empresas fundidas y una masiva destrucción de empleos. “En aquellos años marchábamos juntos con la UOM por la supervivencia, hoy valoramos la voluntad política para apuntalar el crecimiento industrial”, comparó el presidente de la cámara de fabricantes metalúrgicos (Adimra), Juan Carlos Lascurain. La entidad creó el año pasado un instituto de estudios económicos (Idisa) junto con el sindicato más grande del sector, la Unión Obrera Metalúrgica, para diseñar propuestas y participar del debate público sobre la política económica a fin de profundizar el modelo productivo en marcha desde 2003. El presidente de ese cuerpo es Miguel Peirano, último ministro de Economía de Néstor Kirchner.

Lascurain –ex presidente de la Unión Industrial Argentina–, Peirano, Antonio Caló de la UOM y Luis García Ortiz de Asimra –del otro gremio metalúrgico– compartieron ayer panel en el congreso que se realizó en Parque Norte. Entre todos hicieron una descripción del estado de situación de este rubro fabril y sus proyecciones a mediano plazo, en contraste con el oscuro panorama que presentaba en 2001. Peirano anunció que empresarios y sindicatos están armando un plan metalúrgico para el período 2011-2015 que afiance el crecimiento experimentado los últimos años. El ex ministro también hizo hincapié en su exposición en la distancia que existe entre el discurso liberal en materia de comercio de algunos países centrales y su accionar concreto con trabas a las importaciones.

En la misma línea, Lascurain indicó a Página/12 que Idisa realizó un estudio de las políticas de defensa comercial de los países desarrollados y de los emergentes. “Ellos son los que están aplicando más medidas paraarancelarias. Todos tratan de proteger el trabajo nacional, pero los desarrollados son los más duros”, sentenció. Este dirigente fabril tiene buena sintonía con el Gobierno desde su paso como titular de la UIA, cargo que dejó el año pasado en manos de Héctor Méndez, del sector liberal de la central fabril. Lascurain insistió en diferenciar el actual proceso de lo que ocurrió en los ’90. “Durante la convertibilidad se perdieron 100 mil puestos de trabajo, mientras que desde 2003 la actividad creció un 10 por ciento anual y se crearon 120 mil empleos”, apuntó.

–¿Cuál es su postura frente al pedido de algunos gremios de reabrir paritarias? –le preguntó este diario.

–De otros gremios no puedo hablar. Nosotros cerramos un convenio y se está cumpliendo.

–¿Qué opina de la postura de los empresarios de explicar la inflación a partir de los aumentos salariales?

–Creo que hay múltiples factores que tienen incidencia en la inflación. En los últimos tiempos se titula de forma generalizada y eso es un error.