En la misma semana en que la Mesa de Enlace decidió realizar un nuevo lockout granario, el Ministerio de Agricultura inició un operativo para inspeccionar que los molinos y los exportadores estén pagando el precio pleno del trigo. Página/12 dialogó también con el subsecretario de Agricultura, Oscar Solís, quien indicó a este diario que a partir de los datos preliminares que pudieron recoger, los desvíos del FAS teórico estarían del lado de las cooperativas y otros intermediarios, justamente los actores de la cadena de comercialización que no firmaron un acuerdo con el Gobierno.

–¿Qué están haciendo para garantizar que se pague el precio pleno del trigo?

–La molinería y la exportación son los que garantizan el llamado FAS teórico, porque con ellos firmamos un convenio. Por eso iniciamos una serie de inspecciones para controlar que estén pagando lo que corresponde. Ya hemos realizado varias visitas a molinos pero todavía no queremos hacer ningún anuncio hasta no tener los resultados estadísticos finales. Sin embargo, estamos viendo que la molinería sí paga el FAS teórico, ya que el premio de las compensaciones para ellas es muy grande como para perderlo.

–¿Entonces, el problema estaría en las cooperativas, como la ACA, o en los intermediarios?

–Creemos que el problema está en el medio de la cadena pero todavía no podemos asegurarlo, ya que nos falta terminar el proceso de inspecciones. Hace dieciséis meses que estoy en la gestión y solamente recibí una denuncia formal y esa situación logró modificarse. Nunca hubo una segunda denuncia. Me encantaría que la Mesa de Enlace me traiga una prueba concreta de que los molinos o los exportadores no están pagando el precio pleno. Pero si me traen un papel que diga que son las cooperativas o el acopio los que pagan menos, también hay que decir que ellos no firmaron ningún acuerdo con el Gobierno. Cuando uno recorre cualquier ruta de la provincia de Buenos Aires puede ver los carteles de los acopios que dicen que pagan 700 pesos la tonelada de trigo y luego es el acopio el que le vende al exportador con el precio pleno. Por eso decimos que la diferencia se queda, en parte, en el medio de la cadena. Por usos y costumbres, los acopios tenían un margen de ganancia del 5 por ciento, es decir 10 dólares por tonelada pero ahora la diferencia que se pierde es de 50 dólares. Este es un margen que no podemos controlar porque los intermediarios no firmaron ningún convenio para pagar el FAS teórico.

–¿Cree que el año próximo los productores apostarán nuevamente al trigo?

–Sí. El año pasado decían que no iban a sembrar y este año lo hicieron, e incluso aumentaron en más de un 1,5 millón las hectáreas sembradas. Más allá de los problemas de comercialización, creemos que para fin de mes ya se habrán comprado 5 millones de toneladas para vender al exterior. Así y todo, nos quieran hacer creer que nadie puede comercializar su producción.