ECONOMíA › COSTAS LAPAVITSAS, ECONOMISTA GRIEGO

Default y sin euros

 Por Tomás Lukin

“La estrategia del gobierno griego es completamente absurda y no tiene ninguna chance de prosperar, incluso dentro de sus propios términos. El default y el abandono del euro son inevitables”, sentenció el economista griego Costas Lapavitsas. El profesor de la School of Oriental and African Studies de la Universidad de Londres advierte que la salida será traumática, pero explica que es el único camino viable: “En última instancia quedaremos afuera de los mercados internacionales. Argentina atravesó esa situación y no le fue nada mal”, señaló a Página/12 uno de los protagonistas del documental Debtocracy, que se encuentra en Buenos Aires para participar de las Jornadas Monetarias del Banco Central.

–¿Cómo evalúa el plan de ajuste aprobado el miércoles por el Parlamento griego?

–La estrategia del gobierno griego es completamente absurda. El país está en bancarrota. El programa de austeridad no tiene ninguna chance de sacar al país de la crisis. Claramente ése no es su objetivo, sino comprar tiempo para los bancos acreedores. No tiene sentido que Grecia continúe dentro de esta dinámica.

–¿Por qué?

–El plan de ajuste no tiene ninguna chance de prosperar, incluso dentro de sus propios términos. Hoy la deuda externa de Grecia asciende al 150 por ciento del PIB. Si las políticas de estabilización aprobadas el año pasado continúan, en 2015 la deuda alcanzará al 200 por ciento del PIB. El ajuste reciente prevé un recorte de gasto de 30 mil millones de euros y privatizaciones por 50 mil millones de euros. De esta forma, en 2015 el peso de la deuda sería 150 por ciento del PIB. Igual que hoy. Pero si se registra algún shock o algo no sucede como se esperaba, la brecha será mayor. Si el plan prospera, Grecia seguirá quebrada, pero la deuda estará en manos de los organismos públicos de la UE que decidirán cómo lidiar con la quiebra de Grecia.

–¿Qué alternativas existen?

–No hay soluciones sencillas, sólo difíciles. Por un lado está la postura oficial, que es la que acabo de explicar. Otros consideran que puede existir una suerte de Plan Marshall y facilidades de financiamiento. Eso sería atractivo, pero es muy poco probable. La correlación de intereses políticos, económicos y sociales hace que sea muy poco probable. Europa está dominada por conservadores, y por los bancos y las grandes corporaciones que no quieren que esto suceda.

–Entonces, ¿qué curso de acción considera viable?

–La tercera opción, la más lógica, es el default y abandonar la Eurozona. El default va a suceder de todas formas; la pregunta es cómo y cuándo. Considero que tiene que ser antes de 2015, dentro de los términos que plantee el país y no aquellos que impongan los acreedores. Eso implica que debe existir una quita de deuda. Es la primera vez que estoy en Buenos Aires, pero si así va a estar Atenas dentro de diez años bienvenido sea. La recuperación argentina es impresionante, no sugiero que sea una situación perfecta, conozco los problemas de distribución del ingreso y otros problemas del país. En Grecia dicen “no queremos repetir el camino de Argentina”, pero lo que hacen con el FMI y la UE con las políticas de austeridad, la preservación del euro y la reducción de salarios es ponernos en el mismo camino.

–¿Después del default qué sucedería con la Zona Euro?

–El euro fracasó, es insostenible. Luego de un default la participación de Grecia en el sistema del euro sería muy difícil, sino imposible. Pero no es algo necesariamente negativo, ya que los problemas macroeconómicos del país están asociados a la unión monetaria. Se trata de un sistema fallido y la prueba es que los problemas se extienden a Portugal, Irlanda y España, tres economías muy distintas pero que comparten su moneda. El euro empuja a la periferia hacia el endeudamiento. Para los países centrales también es claro que la unión monetaria es altamente inestable.

–¿Qué consecuencias traería el abandono del euro para Grecia?

–Van a surgir problemas de circulación monetaria vinculados a la reincorporación del dracma, dificultades en el sistema bancario y también presiones inflacionarias. Los problemas con la circulación del dinero se van a resolver en pocos meses. Los problemas de los bancos son más serios, pero salir del euro hace más sencillo enfrentarlo ya que será posible crear liquidez, algo que hoy no es posible ya que el Banco Central de Grecia depende del Banco Central Europeo. El sistema bancario griego debe achicarse, ellos son los que más se beneficiaron del euro. Los tres principales bancos deben nacionalizarse. Hay que reestructurarlos y orientarlos a reforzar el crecimiento económico griego. Una razón para salir es recuperar competitividad. A lo largo de los últimos diez años Grecia se desindustrializó. Un tipo de cambio competitivo permitirá comenzar a rebalancear la cuenta corriente y reindustrializar el país. La industria griega existe, tenemos ventajas competitivas y se pueden crear nuevas para mejorar las exportaciones. Las dificultades están en el corto plazo. El aumento en el tipo de cambio generará aumentos de precios, caerá el nivel de ingreso de los trabajadores y continuarán los problemas del déficit primario. Necesitamos medidas administrativas para controlar las importaciones, las necesidades de alimentos, medicamentos. Esto no puede pasar a la manera argentina. No puede ser a último momento en condiciones caóticas y forzados a hacerlo. Necesitamos un plan y liderazgo político.

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Imagen: Leandro Teysseire
 
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