Las relaciones comerciales con China son fluidas, pero en la actualidad hay ciertas dificultades para exportar harina de pescado y existen cerca de ocho mil toneladas pendientes de aprobación en los puertos chinos. En la reunión que mantuvo ayer Julián Domínguez con el ministro de la AQSIQ (el Senasa chino), Zhi Shupping, el funcionario le entregó una carta donde le solicitó que “se evalúe la posibilidad de autorizar, con carácter de excepción”, los embarques argentinos varados en los puertos chinos, ante la detección de niveles de cadmio (metal) que superan los máximos permitidos. En la misiva se explica que los niveles de cadmio no se deben a la contaminación humana, sino que serían una característica natural del mar argentino, de ahí el pedido de excepcionalidad para el ingreso de este producto. Por su parte, Zhi sostuvo que su ministerio tiene que velar por las cuestiones sanitarias que están marcadas por la ley china. De todas maneras, las negociaciones continúan.