EL MUNDO

Gran Bretaña en alerta máxima, y no por la ETA

Las sospechas de Gran Bretaña, que ayer despertó en estado de segunda alerta máxima, también se orientan hacia la red Al-Qaida de Osama bin Laden.

 Por Marcelo Justo

La capital británica se encontraba ayer en estado de segunda alerta máxima en medio de crecientes temores de que los atentados de Madrid fueran obra de Al-Qaida y que la capital inglesa sea la próxima en la lista. Scotland Yard reveló ayer que la policía estaba reforzando las medidas de seguridad en posibles objetivos de atentado como las estaciones de ferrocarril y metro. En una visita a la ciudad de Manchester, el primer ministro Tony Blair indicó que los británicos deben permanecer “eternamente vigilantes” ante el peligro de nuevos atentados. “El Reino Unido no debe temer estar al frente de la lucha contra el terrorismo. Esta lucha concierne a todo el mundo libre”, dijo Blair.
En una ciudad acostumbrada desde los años ‘70 a la posibilidad de atentados terroristas del Ejército Republicano Irlandés (IRA), la sensación que se respiraba ayer era de resignación y fatalismo. “Lo que demuestra lo sucedido en Madrid es que resulta muy fácil ejecutar un atentado. Sólo se necesitan una mochila, los explosivos y la decisión. La sorpresa es que todavía no haya ocurrido”, señaló a este corresponsal una de las casi dos millones de personas que diariamente usan trenes suburbanos similares a los de Madrid para trabajar en el centro de la capital. Desde el pasado noviembre, Blair, miembros de su gabinete y la jefa del MI5, el servicio secreto doméstico, insisten en que no se trata de si va a ocurrir un atentado sino de cuándo va a suceder. Desde los atentados del 11/9 y en particular desde la guerra con Irak, la policía tiene un gigantesco operativo de seguridad las 24 horas del día con métodos de vigilancia electrónica para detectar la presencia de posibles atacantes suicidas.
La decisión de la policía de revisar la política de seguridad se produjo después del comunicado del jueves de la Brigada Abu Hafs al-Masri reivindicando los atentados en Madrid mediante un correo electrónico al diario árabe Al Quds que se edita en Londres. Esta brigada se adjudicó también la responsabilidad del atentado contra el Consulado británico y la sede del banco HSBC en Estambul en noviembre que dejó un saldo de 27 muertos y alrededor de 400 heridos. El comunicado de la Brigada fue recibido con escepticismo tanto por Al Quds como por fuentes de los servicios de seguridad. Sin embargo, un par de frases en el comunicado fueron suficientes para hacer sonar la alarma entre los servicios. “Aznar, ¿dónde está hoy EE.UU.? ¿Gran Bretaña, Japón, Italia, quiénes los protegerán de nosotros?”
A diferencia de España, donde la primera reacción fue atribuir los atentados a ETA, en Gran Bretaña la sospecha inicial fue en dirección a Al-Qaida y sólo ante la insistencia del gobierno español ganó peso la hipótesis del grupo separatista vasco. En una señal más de la desorientación general, ayer el primer ministro Tony Blair barajó la posibilidad de una acción conjunta. “El terrorismo es el mal moderno y puede expresarse por diversos medios, entre ellos la alianza de fanáticos religiosos y grupos nacionalistas extremistas”, señaló Blair.

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