EL MUNDO › LOS ARABES DE ISRAEL, SORPRENDIDOS POR HEZBOLA

Atrapados en una crisis ajena

 Por Donald Macintyre *
Desde Majd el Krum

Hassan Nasrullah, el líder de Hezbolá, habló de tener más “sorpresas” reservadas para Israel. Esto fue después del diluvio de cohetes que culminaron con la muerte de ocho civiles israelíes en Haifa en un solo ataque el domingo. Pero pocos residentes del norte de Israel pueden haber estado tan “sorprendidos” como aquellos en el pueblo árabe de Majd el Krum cuando fue atacado por seis Katyushas.

“Nunca vimos algo así”, dijo Inas Ayub, de 25 años. “No hubo ninguna advertencia y jamás esperamos algo así.” Ayub vive en la casa de al lado a la que su cuñado Mahmoud está construyendo para su hijo y que afortunadamente estaba vacía. Parte de su techo y el piso de arriba desaparecieron por el impacto del cohete de Hezbolá. Ayub estaba sentada en su casa con sus dos hijos, Mohammed de un año y Liaan de tres, cuando –relata–: “Escuché una gran explosión. Fue muy fuerte. Llevé a mis hijos abajo. Comencé a gritar porque vi que todas las ventanas estaban rotas y que el patio de adelante estaba lleno de escombros. Luego me desmayé”.

Esta experiencia –aunque traumática para la familia Ayub– es una pavada comparada con la muerte y destrucción en el Líbano que estaban viendo por las pantallas de sus televisores ayer. Pero es especialmente indignante para los habitantes musulmanes aquí, quienes aunque son reticentes a hablar de política, proclaman su neutralidad en una guerra en la que no tienen parte.

Ayub dijo que aparentemente Hezbolá “no hacía diferencia entre judíos y árabes. Pero todos comemos del mismo plato”. Najib Sjeer de 63 años, un ex vicedirector de escuelas, repitió las quejas sobre la discriminación contra los ciudadanos árabes israelíes al decir que no había aviso de sirenas en el pueblo y ningún refugio en las escuelas. El pueblo no se había visto envuelto en una guerra desde 1948. Sjeer añadió: “No hay refugios públicos. No tenemos protección. Somos parte de Israel pero Israel no nos ve como parte del país”.

Sjeer no le endilgaba directamente la culpa de la guerra, pero declaró: “Israel planeó destruir a Hezbolá desde hace mucho tiempo y ahora encontró una excusa. Esto no es sobre los dos soldados que fueron secuestrados. Básicamente esto es para destruir al Líbano. Si se dispara contra un ómnibus con 20 civiles, no se está detrás de Hezbolá”. Sjeer insistió que el pueblo no se apartaría de su vida normal por la tanda de cohetes.

Aslan Hammoud, de 18 años, regresó a su casa del hospital donde le sacaron tres piezas de esquirlas de su hombro después que fue herido por un Katyusha que aterrizó frente a la casa de su familia. Parte del cohete estaba todavía incrustado en el estacionamiento frente a su casa. Su padre, Mahmoud, de 43 años, explicó que como uno de los relativamente pocos residentes que construyó su casa con un permiso oficial, la familia tiene una habitación segura en el sótano, pero ninguno de la familia estaba allí cuando el Katyusha aterrizó sin aviso.

* De The Independent de Gran Bretaña. Especial para Página/12. Traducción: Celita Doyhambéhère.

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