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Hezbolá dice que el sur libanés será un cementerio de soldados

“Hezbolá seguirá dando batalla”, afirmó ayer Hassan Nasralá, líder de la organización chiíta libanesa, en un mensaje televisado. En el día que murieron 15 soldados israelíes en duros enfrentamientos en el sur del Líbano, Nasralá advirtió que convertirán esa zona en un cementerio para el enemigo y advirtió a los residentes árabes de la ciudad de Haifa, al norte de Israel, que abandonen la ciudad. El frente diplomático seguía por su parte intentando acordar una resolución que declare un “alto el fuego”, nuevamente sin éxito.

“En batalla aún somos fuertes, potentes, y este factor es importante para la resistencia, es una victoria. Estamos combatiendo todavía sobre la línea de frontera”, dijo Nasralá en el quinto mensaje televisado desde el comienzo de la guerra, el 12 de julio pasado. “Transformaremos la tierra del sur en un cementerio para los soldados del enemigo”, agregó. En este sentido, el ejército israelí tuvo ayer uno de sus días más negros desde el comienzo del conflicto, con la muerte de 15 soldados en violentos enfrentamientos en el sur del Líbano.

Durante toda la mañana de ayer, milicianos y uniformados israelíes lucharon en los alrededores de la ciudad fronteriza libanesa de Taibe, en la que Israel consiguió instalar un puesto militar avanzado. Desde allí, y apoyados por soldados llegados del otro lado de la frontera, la unidad de elite Golani trató de penetrar hacia Qantara y Debel. Fuertes batallas tuvieron lugar también en las ciudades de Burj al Muluk, Bint Yibel y Aita al Shaab en la cuarta semana de combates en el sur del país.

En su discurso de más de cuarenta minutos de duración, el líder de Hezbolá aseguró que el grupo chiíta mantiene intacta su capacidad de disparar cohetes contra Israel. “Hemos demostrado que nuestra capacidad de fuego está intacta. En los dos últimos días hemos disparado 350 cohetes contra el norte de Israel y esta noche ha partido una nueva salva”, aseguró. Efectivamente, 160 katyushas cayeron ayer en ciudades del norte de Israel, dejando tres heridos y enormes pérdidas materiales. Todo indica que el grupo islámico seguirá lanzando proyectiles, especialmente hacia la ciudad de Haifa, tercera ciudad de Israel, que ya fue blanco de varios disparos desde el comienzo de la guerra. “Para los árabes de Haifa éste es un mensaje especial. Expreso nuestra tristeza por sus mártires y sus heridos. Por ello les pido que abandonen la ciudad”, afirmó Nasralá.

El líder del grupo chiíta hizo alusión no sólo al campo de batalla sino también al campo diplomático. Nasralá señaló que el borrador de resolución de la ONU, propuesto por Francia y Estados Unidos para afrontar el conflicto, “es injusto porque da a los israelíes lo que no han logrado en el campo de batalla”. En tanto, en Nueva York, franceses y norteamericanos disentían en el Consejo de Seguridad sobre los pedidos árabes de cambios a la resolución. Francia propuso incluir en el texto la exigencia de los países árabes de que el alto el fuego se acompañe de una retirada militar israelí, pero Estados Unidos lo rechaza porque teme que se genere un vacío en el sur de Líbano sin la presencia de una gran fuerza multinacional. El primer ministro libanés, Fuad Siniora, se mostró pesimista sobre las esperanzas de una solución diplomática y se quejó de que no hubo avances en ese terreno. “No espero que se emita una resolución ni hoy ni mañana”, dijo el premier en Beirut.

Para avanzar en el campo diplomático, Nasralá consideró como positiva la propuesta del despliegue del ejército libanés en el sur del país, controlado por su grupo, y estimó que eso ayudaría a que Naciones Unidas adopte una resolución sobre un cese del fuego con Israel. El líder de Hezbolá recordó que con anterioridad su grupo se había negado al despliegue del ejército libanés en esa zona, pero justificó aquella decisión en que su grupo temía, y sigue temiendo, que Israel ataque al ejército del Líbano. “El despliegue del ejército en la frontera es una salida honrosa”, afirmó.

Israel sigue con el foco puesto en su objetivo: destruir Hezbolá. La aviación israelí prosiguió ayer con su castigo diario contra áreas delcentro-sur del Líbano y el valle de la Bekaa. Al menos nueve personas, siete de ellas de la misma familia, murieron en dos bombardeos israelíes sobre la localidad de Masgarad, y el campo de refugiados palestinos de Ain Helue (ver aparte). Los israelíes realizaron ayer por la noche más de 100 ataques contra objetivos en el Líbano, sobre todo edificios utilizados por Hezbolá como refugio o puesto de comando. Además fueron destruidas cuatro plataformas de lanzamiento de cohetes de la milicia chiíta. En otros ataques, la aviación israelí bombardeó la localidad de Bint Jebel, un bastión de Hezbolá en el sur de Líbano, donde según el diario Jerusalem Post murieron diez milicianos.

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SUBNOTAS
  • La ONU bajo fuego
    Por Angeles Espinosa *
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