EL MUNDO

“Más que Afganistán, el motivo de la caída fue la base de Vicenza”

El aumento de tropas en la base norteamericana de Vicenza motivó la movilización de más de cien mil personas en protesta, recuerda el analista político Franco Castiglioni.

 Por Mercedes López San Miguel

Cuando asumió Romano Prodi en mayo de 2006 al frente de un gabinete multipartidario, su primera resolución fue retirar las tropas de Irak, como lo hiciera José Luis Rodríguez Zapatero al llegar a la jefatura de España. Dentro de la coalición del centroizquierda italiana ayer no le perdonaron que no se debatiera el tema de ampliar la base militar estadounidense de Vicenza, después de la protesta del sábado pasado. “Es sugestivo que el gobierno caiga por la política exterior: no fue por las tropas en Afganistán, el eje está en Vicenza”, advirtió el analista político Franco Castiglioni, entrevistado por Página/12.

–¿Cómo se llegó a esta crisis?

–Es sugestivo que un gobierno italiano que no está en guerra caiga por su política exterior, en general los motivos son domésticos. Pero en esta votación el canciller D’Alema había puesto un ultimátum. Es decir, que la votación sería fundamental para seguir o irse a casa. Constitucionalmente Prodi no tendría que haber renunciado, pero D’Alema, socio fundamental de la coalición, puso en juego el apoyo a su gobierno. Esto forzó la renuncia del premier. En 1998, cuando cayó el primer gobierno de Prodi por una votación sobre el presupuesto, fue distinto: el líder de Refundación comunista –Fausto Bertinotti– le retiró su voto de confianza y D’Alema lo reemplazó. Además, que se caiga el gobierno por una cuestión de política exterior muestra un grado de irresponsabilidad muy grande de los dos senadores de la izquierda radical.

–¿Podría plantearse que Prodi no se corrió de una Italia derechizada por los años de Berlusconi?

–Puesto en su conjunto, es un gobierno progresista. La coalición dio pasos adelante. Gobernó sin hacer grandes enunciados a nivel nacional e internacional, todas las tropas salieron de Irak; aprobó un presupuesto donde el equilibro de entradas y gastos se hace con una maniobra de política económica netamente progresista, apoyada por los sindicatos y contestada por la derecha que llegó a manifestarse en la plaza. Aprobó –en el consejo de ministros– la unión de la parejas de hecho; la unión civil. Aquí tuvo en contra la parte de centro-católica de la coalición. No es como la ley de España –no se habla de matrimonio–, pero para quienes observan la situación italiana, donde la presencia del Vaticano es permanente, se avanzó. Por otro lado, la política exterior cuestionada en el voto de ayer se basaba en el envío de tropas al Líbano y a Afganistán: que ya estaba presente como misión de la ONU. Por lo tanto, el compromiso es con Naciones Unidas. En España, con una derecha muy dura como en Italia, Zapatero cuando salió de Irak fue aumentando el envío de tropas a Afganistán.

–Esa es una parte de la cuestionada política exterior, la otra es la ampliación de la base de Vicenza.

–Así como el gobierno de Prodi enfrentó a la derecha aumentándoles los impuestos a los ricos, en este punto se quedó en el statu quo, eso es un problema para Italia. El aumento de tropas en Vicenza llevó a una manifestación de 100 mil personas en contra el sábado pasado, mostrando que hay en Italia en general una posición antimilitar. Y respecto a esas tropas es complicado porque el gobierno no va a volver atrás con esa medida, acordada con EE.UU. ¿Por qué hizo ese acuerdo? Dentro de El Olivo dicen: “Al perder la guerra en el ’45, Italia pagó con restricciones a su política exterior, una de ellas es que la política de defensa quede en manos de Estados Unidos y la OTAN”. La tesis de la democracia cristiana por años ha sido que mientras le concedan a Washington una soberanía para instalar las bases y una inmunidad, a cambio Italia podrá destinar los recursos militares a la cuestión social y económica. La pregunta es por qué Italia aumenta la cantidad de tropas en Vicenza, cuando la política exterior de EE.UU. está siendo muy criticada. Lo fundamental es que el centroizquierda no hizo un debate y expuso a Italia a ser un blanco de los enemigos de Estados Unidos. La reacción no fue tanto a la política exterior con Afganistán, sino a la duplicación de tropas en Vicenza. ¿Por qué seguir cediendo soberanía? Esta instancia de las tropas era para discutir. Italia podría haber mantenido la posición actual.

–¿Podrá Prodi rearmar una coalición o, en última instancia, habrá elecciones anticipadas (que favorece a la derecha)?

–La sola imagen de Berlusconi festejando es motivo de que se unan, aunque no será el mismo Prodi de hace nueve meses. El asunto será cómo se conforma la mayoría nuevamente. Uno de los dos senadores a los que llamo “francotiradores” ya anticipó que le da el voto de confianza a Prodi. Se puede volver a la coalición y mantenerse con trabajosas negociaciones en el Senado. Sin embargo, creo que habrá que discutir algunas cuestiones, como las tropas en Vicenza. Y el gobierno va a tener que exigirles a sus miembros que no lo dejen a merced de la oposición. Puede volver un Prodi 3, aunque la derecha va ser muy dura, como el PP de Rajoy, y hará lo imposible por bajar al gobierno estatista de Prodi.


La base de Vicenza

La base estadounidense de Vicenza se hizo mundialmente conocida el sábado pasado cuando una gran multitud protestó en esa ciudad del nordeste de Italia contra el aumento de tropas estadounidenses -1.800 soldados que se suman a los 2.750- y la política exterior del gobierno de Romano Prodi. Lo que sorprendía no era la manifestación sino quienes participaban de ella. Gran parte de la coalición de Prodi estaba allí presente. Representantes de Refundación Comunista, Comunistas Italianos, Verdes –el ala de izquierda de La Unión– y parlamentarios de los Demócratas de Izquierda y de La Margarita –partidos de centroizquierda– se unieron bajo un mismo sentimiento antiestadounidense, el mismo que ayer boicoteó la sesión del Senado. Pero la base de Vicenza tiene una importancia para Italia que excede a su relación con Washington. Es la única sede del programa multilateral Operación de Paz Global (Global Peace Operation Iniciative), liderado por Estados Unidos y financiado por las potencias industrializadas del G-8. El objetivo es entrenar soldados africanos para operaciones de paz. Este compromiso, como la misión en Afganistán, son acuerdos que Roma hizo, no bilateralmente con la Casa Blanca, sino con sus pares europeos dentro de la OTAN y del G-8.

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El renunciante Romano Prodi con el presidente de Afganistán, Hamid Kharzai.
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