El presidente interino de Cuba, Raúl Castro, presidió ayer el acto en homenaje al 40º aniversario de la muerte de Ernesto “Che” Guevara. La plaza que lleva su nombre, donde se desarrolló el acto, es un complejo escultórico situado en Santa Clara, la ciudad que fue testigo de la batalla contra la dictadura de Fulgencio Batista dirigida por los patriotas que la derrocaron y donde desde hace diez años reposan los restos del Che.

Junto a Raúl Castro –de quien el Che fue amigo íntimo– también estuvieron los comandantes de la revolución Ramiro Valdés y Guillermo García Frías, el vicepresidente actual Ramón Machado Ventura y Aleida March –su viuda– y tres de los cuatro hijos que tuvo con Ernesto Guevara, Celia, Aleida y Ernesto, quien llegó a Santa Clara en moto, en un homenaje al viaje que hiciera su padre de joven por América latina. El acto comenzó con el “toque de queda” de corneta y tres salvas, seguidas por el himno nacional, durante el cual Raúl Castro, Valdés y García Frías hicieron el saludo militar en honor a su compañero de armas durante la Revolución Cubana. Luego se escuchó la grabación de la carta del Che de despedida y renuncia a todos su cargos y a la ciudadanía cubana, que le dirigiera a Fidel Castro en 1965 antes de partir para Bolivia y que Castro leyó públicamente al conocerse su muerte el 9 de octubre de 1967.

Valdés reivindicó la vigencia del pensamiento de Guevara frente a un “imperialismo hostil” de Washington que, a pesar del tiempo, no ha cejado”. “Estamos en la hora del combate, en la hora del Che y de Camilo (Cienfuegos, el otro comandante revolucionario ya fallecido)”, sostuvo Valdés, quien fustigó al presidente de Estados Unidos, George W. Bush, y su “camarilla fascista”, que “no renuncia a su política obstinada de aplastar la revolución”. “Nuestra agenda es hacer cuanto resulte sensato y posible, eliminar lo que sea absurdo, conciliar cada logro y asegurar cada día más la plena soberanía del país, el socialismo como fundamento de la independencia y el desarrollo material”, agregó. También llamó a los cubanos a no bajar la guardia y a recordar las palabras del Che: “Al imperialismo, ni tantico así”.

También la hija del Che, Aleida Guevara, lanzó un mensaje para los cubanos: “Recordar el compromiso que todos tenemos para una nueva sociedad más fuerte, hoy que América latina comienza a despertar y se hacen realidad los sueños de todos ellos juntos”. Tenemos que estar presentes y más unidos que nunca, ése es el mejor homenaje a nuestros padres y a nuestros héroes queridos”, afirmó ante periodistas en Santa Clara, al final de un acto en el que volvió a recordar al mundo que, para los cubanos, el Che está “más vivo que nunca”.

Ernesto Guevara (Rosario, 1928- La Higuera, 1967) conoció a Fidel Castro en México en 1955 y se unió a la expedición armada que se alzó en las montañas de la Sierra Maestra para derrocar al dictador Fulgencio Batista. Tras el triunfo de la revolución, el Che, que recibió la nacionalidad cubana por los servicios prestados al país, ocupó la presidencia del Banco Nacional y la cartera de Industria. Pero su idea de impulsar la revolución continental lo llevó a Bolivia en 1966, donde fue capturado por el ejército el 8 de octubre de 1967 en la quebrada del Yuro y asesinado después en la aldea de La Higuera.