EL MUNDO › LA HUELGA GENERAL Y LA MARCHA SE EXTENDIERON POR MáS DE 120 CIUDADES

La protesta paralizó España

Las movilizaciones más masivas se vivieron en Madrid y Barcelona. Como en ocasiones anteriores, la manifestación fue reprimida por la policía y dejó como saldo 142 detenidos y 74 heridos, según datos del Ministerio del Interior español.

 Por Adrián Pérez

Miles de españoles se echaron a la calle como ese animal de negra espuma al que Miguel Hernández invitaba a despertarse como lo hace el toro embestido por traiciones lobunas. La Península Ibérica amaneció paralizada por la segunda huelga general en ocho meses contra el ajuste implementado por el gobierno de Mariano Rajoy. Como es habitual en las últimas manifestaciones, la protesta social fue reprimida por la policía y dejó como saldo 142 detenidos y 74 heridos, según datos del Ministerio del Interior español. Las movilizaciones más masivas se vivieron en Madrid y Barcelona. Según la Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CC.OO.), centrales sindicales que convocaron a la huelga general, un millón de personas protestó en ambas ciudades. En cambio, para el gobernante Partido Popular hubo 35.000 personas en la capital española y 50.000 en la ciudad condal, mientras que la guardia urbana de Barcelona estimó que la asistencia fue de 110.000 personas. UGT y CC.OO. coincidieron en señalar que el acatamiento de la medida de fuerza fue del 76,7 por ciento. El sector empresario calificó el paro como “un torpedo contra la recuperación” y calculó que su cumplimiento fue del 12 por ciento.

Ayer policías y manifestantes chocaron en Madrid en una batalla campal cuyo epicentro se produjo en las puertas del Congreso de los Diputados. Los manifestantes se congregaron allí, convocados por la Coordinadora 25S, con la intención de acampar a la espera de una nueva sesión parlamentaria. “No sabemos si en ese pleno se votarán los Presupuestos de la Deuda y de la Vergüenza para enviarlos al Senado, o si, en un nuevo acto de indignidad política y desprecio a la voluntad popular, habrán sido cobardemente aprobados el mismo día 14”, señaló ese colectivo en un comunicado.

Por la noche, las fuerzas de seguridad arrojaron latas de gas lacrimógeno y pelotas de goma contra manifestantes que respondieron lanzando piedras y botellas. Los disturbios se extendieron hasta la estación de Atocha, donde se levantaron barricadas con contenedores ardiendo. Más temprano, la policía cargó en varias ocasiones contra huelguistas en la zona de la Gran Vía y en la Plaza de Cibeles, donde se reunieron centenares de sindicalistas, estudiantes e integrantes del movimiento de indignados. También hubo incidentes en Barcelona. CC.OO. y UGT proclamaron el éxito de la huelga general y cifraron su adhesión en un 76,7 por ciento de los trabajadores, es decir, 9,1 millones de asalariados en una masa laboral de 11,9 millones de trabajadores. España tiene cerca de 5,8 millones de desempleados y supera, por primera vez desde el retorno de la democracia, la tasa del 25 por ciento de desocupados de su población activa.

Para conocer los alcances del paro, Página/12 conversó telefónicamente con Luis María González, integrante de CC.OO. El coordinador de la Secretaría de Comunicación de esa central obrera afirmó que el paro fue exitoso y provocó la paralización de buena parte del sector productivo. “Fue una huelga compartida con países como Italia, Grecia y Portugal y donde se registraron movilizaciones convocadas por la Confederación Europea de Sindicatos para rechazar las políticas de recorte impuestas en toda Europa”, dijo el gremialista.

Sobre el tenor de la huelga en España, González manifestó que se trata de una exigencia enviada al gobierno de Mariano Rajoy para que cambie con urgencia su política económica y la reoriente a la actividad productiva. “No se puede combatir dogmáticamente el déficit público si al mismo tiempo no se incentiva la inversión, la actividad económica y la creación de empleo”, insistió el portavoz. Además, estimó que la protesta, que se extendió por más de 120 ciudades de España, atrajo la participación de al menos cinco millones y medio de personas en todo el país. “Han intervenido no sólo trabajadores sino también un sector muy amplio de la ciudadanía que compartió la filosofía de esta huelga contra los recortes”, evaluó González, para quien se trató de una jornada que significó “un rotundo paro laboral”, con multitudinarias manifestaciones para defender el Estado de Bienestar, los servicios públicos y los derechos laborales.

Asimismo, destacó la normalidad de la medida de fuerza y los escasos incidentes que se produjeron. “Esperemos que el gobierno no ignore la movilización social que se ha producido en España, de la misma forma que las autoridades europeas no pueden ignorar las huelgas en toda Europa”, exclamó González.

Por su parte, Alfonso Alvarez, secretario general de la Confederación Nacional del Trabajo (CNT), expresó que el balance del paro es positivo. Y, en un tono más crítico que su colega, aseguró: “Gran parte de los trabajadores están radicalizando sus posturas y entienden que al actual modelo sindical se está mostrando incapaz de solucionar el problema de los asalariados. Por eso –agregó– están buscando alternativas sindicales como respuesta a la agresiones del Estado y del capital”.

Según el sindicalista de la CNT, el seguimiento de la huelga en Córdoba, la región donde vive, fue importante. “Ha habido dos manifestaciones: una convocada por UGT y CC.OO., y otra organizada por la CNT y el SAT (Sindicato Andaluz de Trabajadores)”, dijo. Y afirmó que el gobernante PP tiene que cambiar la actual política de recortes, porque la salida a la crisis no pasa por crear mayores niveles de pobreza. “Lo que hay que hacer es impulsar políticas de mayor protección social capaces de generar empleo”, evaluó.

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Fue la segunda huelga general en ocho meses contra el ajuste implementado por Rajoy.
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