La presidenta Dilma Rousseff convocó ayer a sus ministros a participar en un homenaje póstumo a João Goulart que se realizará en la base aérea de Brasilia, luego de la llegada a la capital federal de los restos mortales del mandatario derrocado en 1964 por un golpe militar. Los trabajos de exhumación, iniciados a la mañana, no habían terminado al cierre de esta edición. El experto forense Amaury de Souza Junior dijo que no se encontraron problemas graves, ya que el lugar de la sepultura estaba en buenas condiciones. “Todo fue encontrado tal como esperábamos.” A su turno, el perito cubano Jorge Pérez justificó la demora alegando que el trabajo “sigue un protocolo elaborado durante meses por expertos internacionales, la policía federal brasileña y por la Cruz Roja Internacional”. Según la presidencia brasileña, tras el homenaje en la base aérea, los restos de Goulart serán trasladados a un laboratorio local, que realizará los primeros exámenes y retirará muestras que serán enviadas a instituciones de otros países, así como gases que han sido retirados ayer por los expertos de su ataúd. El cuerpo del ex presidente volverá a ser sepultado en São Borja el 6 de diciembre.