El diario El Mercurio, el medio impreso más conservador de Chile y pinochetista, publicó ayer en su editorial “Los anuncios de un ‘tsunami Bachelet’, como fenómeno único que arrasaría por vocación personal, con legitimidad para imponer un programa de cambios radicales, no se dieron en los hechos. Lo que sí ocurrió es que la centroderecha se desempeñó defectuosamente, despejando el campo para su adversaria”. El periódico seguramente más leído por el votante de Evelyn Matthei, candidata de la Alianza Renovación Nacional-Unión Demócrata Independiente, minimizó así el desempeño de la oposición y, al mismo tiempo, llamó a los socios del oficialismo a cambiar de estrategia de cara al ballottage.

Lo que dice el diario de Agustín Edwards influye en la opinión pública y en la clase política que le es afín. Desde el domingo a la noche, la candidata Matthei se mostró sonriente en todo momento y con aires de ganadora, como si ella hubiera salido primera 20 puntos arriba de su rival. El relato de la derecha crea un imaginario en el que esa mujer a la que hasta el presidente de RN Carlos Larraín ninguneó ahora sea vista con capacidad de revertir la tendencia y ampliar su base de apoyo. Hace tan sólo una semana, Larraín sostuvo que fue un error de su sector, en especial de la UDI, el haber bajado a Laurence Golborne de la carrera presidencial al no dejarlo participar en las primarias. Con los datos en la mano habría que agregar que Golborne, ex ministro que se hizo conocido por el rescate de los mineros, anteanoche no consiguió una banca en el Senado.

Pese al silencioso apoyo que le brindó el presidente Sebastián Piñera durante la campaña, Matthei se mostró ayer junto a la primera dama Cecilia Morel y recibió a los senadores y diputados electos en su casa en el barrio Las Condes. Insistió, sin dejar de sonreír ante las cámaras, que es capaz de remontar la distancia con Bachelet. “En esta segunda etapa, una se da cuenta de que tiene que hacer un programa que de verdad se pueda cumplir. Vamos a ampliar la coalición y ella –señalando a la mujer de Piñera– es y será un gran apoyo.” Vale recordar que el porcentaje que obtuvo la candidata de la Alianza superó apenas el peor registro histórico de la derecha, cuando Arturo Alessandri frente al imbatible Frei RuizTagle en 1993.

Ultimas Noticias, propiedad del dueño de El Mercurio, fue un poco más edulcorado al señalar que “haberla forzado a Bachelet al ballottage puede considerarse una modesta-modesta victoria. De esta manera, los incombustibles líderes de RN y UDI evitan una vez más asumir los costos políticos que en cualquier país civilizado suelen asumir los responsables de una deficiente conducción”.

Lo cierto es que más allá de lo que haga la Alianza para reacomodarse, la mayoría de las siete candidaturas que quedaron en el camino tienen un discurso a la izquierda de la propia Bachelet.