El canciller cubano, Bruno Rodríguez, consideró ayer que la decisión de EE.UU. de abstenerse en la votación en la Asamblea de la ONU de una resolución contra el embargo es “un paso positivo”, pero lamentó que esa política continúe siendo una realidad.
“El voto en abstención anunciado constituye seguramente un paso positivo en el futuro de mejoramiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba”, dijo Rodríguez ante la Asamblea General de Naciones Unidas.
El jefe de la diplomacia cubana, sin embargo, recordó que “el bloqueo económico, comercial y financiero persiste”, “provoca daños al pueblo cubano y obstaculiza el desarrollo económico del país”.
Rodríguez tomó la palabra inmediatamente después de que la representante de EE.UU., Samantha Powers, adelantase su intención de abstenerse por primera vez en esta votación, que viene celebrándose cada año desde 1992.
“Han sido 24 años de aislamiento y fracaso”, dijo el ministro cubano sobre la postura mantenida hasta ahora por Washington.
Desde que en diciembre de 2014 los dos países iniciaron un acercamiento bilateral, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha defendido en numerosas ocasiones que ya ha llegado el momento de levantar el embargo, entre otras razones por haber quedado de manifiesto su ineficacia. La decisión final, sin embargo, está en manos del Congreso, donde la mayoría republicana aboga por mantenerlo.
Rodríguez exigió hoy una vez más el fin de esa política, pero también apuntó que Obama podría hacer más para suavizarla utilizando sus poderes ejecutivos.
“Es necesario por tanto juzgar por los hechos. Lo importante y concreto es el desmontaje del bloqueo, más que los discursos, las declaraciones de prensa o incluso el voto de una delegación en esta sala”, dijo en ese sentido.