Un centro humanitario para migrantes y refugiados con capacidad para 400 personas se abrió ayer en el norte de París, como parte de las medidas que tomaron las autoridades para evitar la formación de campamentos informales en las calles. El centro, ubicado en antiguas instalaciones ferroviarias y destinado sólo a hombres, recibirá cada día entre 50 y 80 personas, que podrán permanecer allí entre cinco y diez días mientras se las orienta hacia otros lugares según su situación personal. “La idea es crear un lugar en donde cada migrante sea acogido de forma digna y humana”, señaló el director general del establecimiento. Los migrantes recibirán información sobre sus derechos y las gestiones que deben realizar para obtener el asilo. “También les propondremos una ayuda de regreso voluntario” a sus países, explicó Didier Leschi, director de la Oficina de Inmigración. Un segundo establecimiento, destinado a mujeres y familias, abrirá a principios de 2017.