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–En la Escuela Superior de Guerra de Brasil trabajan sobre la hipótesis de una guerra en la Amazonia.
–El ejército colombiano cuenta con un número de efectivos equivalente al de Brasil aunque la superficie colombiana sea ocho veces menor, por lo cual el esquema planteado por los militares brasileños es interesante y similar a nuestras hipótesis. Por el carácter de sus FF.AA. y por el gobierno de ultraderecha, Colombia está llamada a ser la Israel de América del Sur, un trampolín de la presencia norteamericana. Hay 300.000 hombres del ejército y la policía en guerra contra sus conciudadanos, no hay conflicto con otro país y sin embargo triplican a las fuerzas de Ecuador y Venezuela. Militarmente eso desestabiliza la región. Mientras EE.UU. presiona para reducir los gastos militares de Venezuela y Brasil, recompensa con 2000 millones de dólares del Plan Colombia a las FF.AA. colombianas.
–En alguna medida la opción armada del ELN y las FARC da un pretexto para esa militarización.
–El ELN sigue una estrategia que no puede ser llamada militarista, sino política. Decimos que para impedir la militarización de la región es urgente la intervención política de los países de América latina como Brasil, Venezuela, Cuba, en nuestro conflicto social y político. En vez de que el salto se dé hacia la militarización de la región debe darse por la politización del conflicto a nivel regional, con países actuando como facilitadores del diálogo.
–¿En su gira por Sudamérica visitó Argentina?
–Esas preguntas no se responden.