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Grupo comando, secuestro y liberación en Navidad

En pleno brindis de Nochebuena, un grupo comando copó la quinta de un ex presidente de Estudiantes de La Plata y se lo llevó secuestrado a su casa de cambio. Pagados los 60 mil pesos requeridos, lo abandonaron en Florencio Varela.

Recién pasada la medianoche y en pleno brindis navideño, diez hombres armados ingresaron en una casaquinta en la localidad bonaerense de Villa Elisa y, ante el asombro de las casi treinta personas, pidieron por el dueño de casa, el ex presidente del club Estudiantes de La Plata. “Quién es De la Fuente”, gritaron varias veces hasta que lo identificaron. Lo llevaron hasta su casa de cambio del centro platense, le robaron 60 mil pesos y lo dejaron, a las 2.30, en Florencio Varela. La víctima responsabilizó del hecho al gobierno provincial y dijo que sospecha que haya habido una “zona liberada” por parte de la policía.
Daniel de la Fuente brindaba con decenas de familiares, entre ellos sus doce nietos, en su casa de fin de semana de las calles Arana y 21. No acabaron de brindar y saludarse cuando entró un grupo comando con pistolas y escopetas. “Era un grupo comando que nos rodeó en abanico, apareció por toda la quinta, que tiene cuatro manzanas, y nos llevó adentro de la casa”, recordó el ex dirigente de Estudiantes. Cuando estuvieron frente al dueño de casa, le dijeron: “Ahora va a venir el jefe para hablar con usted”. Luego de atar a los hombres de la familia, encerrar en una habitación a mujeres y niños, y arrojar todos los teléfonos celulares a la pileta, llegó “el jefe”, de unos 50 años y sin armas, que fue directo: “Hemos trabajado un tiempo largo para esto, nuestro fin usted ya sabe cuál es, acá hay que poner la plata. Vamos a la casa de cambio”.
Junto a otros dos delincuentes, subieron al hombre a un auto y lo llevaron hasta su negocio de la calle 7 entre 46 y 47, del centro de La Plata. Los delincuentes se hicieron con los 60 mil pesos de la caja fuerte y dos horas después liberaron al ex dirigente en la calle Calchaquí de Florencio Varela, al sur del conurbano.
De la Fuente fue presidente de Estudiantes de La Plata a mediados de los noventa y es el primer dirigente del fútbol argentino que fue procesado por la Ley de Espectáculos Deportivos por colaborar con barrabravas. “Facilitar la formación de grupos violentos, entrega de entradas y dinero”, fue la acusación de la Suprema Corte de Justicia provincial. El por entonces dirigente estaba acusado de facilitar el acceso de la barra a un quincho del club. Desde ahí, esos hinchas dispararon sobre seguidores de Gimnasia y mataron a Martín Orelli, de 18 años.
“Fue una pesadilla”, afirmó ayer el ex dirigente y confesó sus sospechas sobre el hecho: “Parece como si hubiera habido algún apoyo o alguna tranquilidad para trabajar, como si hubiera habido una zona liberada”. En el mismo sentido, una vecina del secuestrado destacó que el miércoles a la noche alertó a la policía sobre “un auto sospechoso”, pero no obtuvo respuesta de la comisaría local. “Había pasado una hora del llamado y la policía no llegaba. Cuando iba a llamar otra vez vi que cambiaron el auto, dejaron un Mercedes Benz azul con las luces prendidas y las puertas abiertas y se llevaron el Renault 12”, afirmó.
El jefe de la Departamental de la capital provincial, Eduardo Fraga, negó que hubiera existido una zona liberada para permitir el secuestro del ex presidente de Estudiantes. “Ninguna de las cincuenta cuadrículas que se mantienen con recorrido policial en La Plata fueron dejadas sin patrullar”, señaló. Respecto de la vecina que denunció haber alertado a la policía, Fraga reconoció no tener noticias si la comunicación existió. En tanto, fuentes de la comisaría de Villa Elisa, que tiene jurisdicción en la zona, aseguraron que no hay registro de la llamada, pero explicaron que ya pidieron el listado de comunicaciones a la empresa telefónica.
“Sentí un desamparo total”, aseguró De la Fuente luego de explicar que durante las dos horas que estuvo cautivo por la banda, tiempo en el que fue llevado en un auto desde Villa Elisa hasta el centro platense y desde allí hasta Florencio Varela, no se cruzó “con ningún policía o patrullero”. Además, relató que uno de los momentos más dramáticos fue la llegada al lugar de uno de sus hijos quien, al ver a los delincuentes, quiso intervenir y recibió como respuesta un disparo, que no llegó a impactarlo. La víctima cuestionó duramente la seguridad en La Plata y responsabilizó a los políticos: “Cada vez estoy más cansado de los políticos, porque éste es un tema político. Es el gobernador bonaerense Felipe Solá el responsable de la seguridad de la provincia de Buenos Aires en este momento, hace catorce años que es funcionario de distintos gobiernos, no es un gobernador que fue elegido ayer, no desconoce el problema”, destacó.

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