EL PAíS › POR JUAN JOSE SEBRELI *

Las dos caras

Las asambleas barriales, como los cacerolazos, son fenómenos ambiguos y contradictorios. Se entremezclan en ellos posiciones distintas e incompatibles. El ala más radicalizada de las asambleas pretende crear una forma de democracia directa. Pero la democracia directa sólo fue intentada, y aun parcialmente, en dos oportunidades muy excepcionales: la Revolución Rusa entre los meses de febrero y octubre de 1917, y en la Guerra Civil española durante seis meses en Cataluña. Fueron, por tanto, dos experiencias muy breves y fracasadas. Pensar que va a triunfar en una sociedad caótica como la Argentina, sin experiencia política y sin objetivos comunes, es un delirio.
Las propuestas del ala moderada me parecen más sensatas y seguramente son las que van a predominar. Estas encaran reivindicaciones muy concretas, soluciones de problemas vecinales. También se proponen actividades educativas y culturales y en ese sentido es un retorno a las viejas sociedades barriales de comienzos de siglo XX creadas poranarquistas y socialistas y destinadas a la educación y concientización de las clases populares y las capas medias. Ese aspecto me parece muy positivo.

* Escritor y ensayista de temas políticos, sociales y filosóficos. Autor de El asedio a la modernidad, Los deseos originarios del peronismo, El vacilar de las cosas y Buenos Aires, vida cotidiana y alienación, entre otras obras.

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