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Por F. C.
Desde Montevideo

Recién anoche, durante la cena de honor, Carlos “Chacho” Alvarez conversó con los presidentes del Mercosur como flamante reemplazante de Eduardo Duhalde en la Comisión de Representantes del bloque. Chacho asegura tener muchas ideas en carpeta para desarrollar desde su nuevo cargo, pero para eso les anticipó a sus íntimos que les solicitará a los presidentes apoyo político para desarrollarlos, que en los hechos debería traducirse como la delegación de ciertas facultades de parte de los cuatro gobiernos para darle una nueva consistencia al bloque.
“Está muy retrasado en cuanto a la institucionalidad”, le escucharon decir ayer a Alvarez en su diagnóstico sobre la situación actual del Mercosur. El ex vicepresidente nota que hoy existe la voluntad política de reimpulsar el bloque pero que falta ponerse de acuerdo en lo que se refiere a los alcances de la iniciativa. Y ponía como ejemplo el Parlamento del Mercosur, cuyo protocolo será aprobado hoy. “Está difuso acerca de cuáles serán sus atribuciones. Porque para que tenga algún poder los estados deberían delegar parte de sus potestades”, se le escuchó decir a Alvarez.
Otro ejemplo: Chacho está entusiasmado con un programa para formar dirigentes de los cuatro países en forma unificada, una especie de escuela de gestión del Mercosur. Pero, al igual que en los otros casos, explicaba que para poner en marcha una iniciativa de ese tenor hace falta recibir una señal clara de parte de los presidentes acerca de las facultades que le quieren dar a la presidencia del bloque. Chacho esperaba que en las conversaciones que mantendrá hoy conseguirá un aval para empezar a darle forma a los proyectos que venía desarrollando desde su centro de estudios. En principio, Alvarez adelantó que piensa instalarse en Montevideo viajando todos los lunes y regresando los jueves a Buenos Aires para dedicarse a su nueva labor.