–Usted encabezó una Corte de conjueces y falló a favor de que los jueces no paguen impuesto a las Ganancias. ¿Es su postura en general?

–No, mi postura personal es que tenemos que pagar. El problema es que la Corte ha sostenido que los jueces no tenemos que pagar desde tiempos inmemoriales, aun antes de que yo naciera. Esa jurisprudencia se mantuvo siempre. Cuando hay una jurisprudencia estable, que es lo que le da seguridad al sistema jurídico, para cambiarla tengo que pedir que me den argumentos en contra. La AFIP, que había apelado en el caso, no dio ningún argumento. Lo que yo quería hacer era rechazar el recurso, pero los conjueces querían hablar.

–La Corte tiene una acordada de la época de Nazareno que exime del pago de Ganancias. ¿No podrían ustedes anularla con otra acordada?

–Para mí esa acordada es como si no existiera, ni la mencioné en mi voto.

–¿Usted por qué considera que los jueces sí deberían pagar?

–La intangibilidad de los sueldos no pasa por el hecho de pagar impuestos o no pagar impuestos. Está puesta para otra cosa, para otros fines. Para evitar los intentos de interferir sobre la independencia del Poder Judicial aumentando o disminuyendo los sueldos. Si todo el mundo está aportando con el producto de su trabajo, no veo por qué nosotros no.