La tensa situación política y social que se vive en Santa Cruz, la provincia del presidente Néstor Kirchner, continúa generando manifestaciones de rechazo. Después de las marchas en reclamo de justicia para las víctimas de la embestida del ex ministro de Gobierno Daniel Varizat, la Central de Trabajadores Argentinos (CTA) sumó para mañana una movilización en todo el país. En diálogo con Página/12, su secretario general, Hugo Yasky, dijo que no se asume la gravedad de la crisis y calificó como un “error político” el silencio del gobierno nacional. Además, explicó que “las buenas intenciones” por parte del gobernador Daniel Peralta no son suficientes para “generar hechos concretos” ante la necesidad de gestos que “oxigenen” la situación provincial.

–¿Por qué la CTA convoca a la marcha?

–Queremos expresar en todo el país la solidaridad frente a las víctimas, el rechazo a toda forma de violencia que atente contra el ejercicio democrático de la petición y demanda de los asalariados. Las paritarias que se lograron abrir tras el largo conflicto con los docentes fueron una oxigenación de una situación social tensa y se pudo salir adelante en la discusión de varios puntos. Esa negociación estaba abierta cuando la agresión del ex funcionario reavivó la llama. Es necesario abrir canales institucionales para que los estatales, judiciales y hospitalarios presenten sus demandas en el marco de la convención colectiva de trabajo. Al no existir esa negociación, los conflictos adquieren una intensidad inusitada.

–¿Cuáles son las medidas que debería tomar el gobierno de Peralta?

–Creo que falta asumir de manera más decidida la convocatoria de los trabajadores, hubo un gesto positivo que fue producir la renuncia del jefe de la policía (Wilfredo Roque). Pero las buenas intenciones de Peralta no permiten generar hechos concretos porque no se termina de asumir la gravedad de la crisis. Existe la necesidad de que se le permita al gobernador de la provincia la absoluta libertad de movimiento como para encaminar las discusiones en el marco de las paritarias.

–¿Qué es lo que está impidiendo esa la libertad de acción?

–Supongo que hay, por lo menos, un monitoreo a la distancia y por otra parte influye el hecho de que Peralta es un gobernador en reemplazo. Que no cuenta con el aval necesario y surgió como producto de sucesivas crisis. En una situación tan tensa le resta capacidad de maniobra y autonomía de vuelo para asumir iniciativas que quedan a mitad de camino. Todo lo que queda a mitad de camino en una situación de conflicto tan profunda como ésta termina en acciones contraproducentes.

–¿Qué actitud debe tener el gobierno nacional?

–Lo mejor sería tener definiciones que condenaran esa brutal agresión. Es una omisión por parte de las autoridades nacionales que constituye un error político.

Informe: Sebastián Abrevaya.