EL PAíS › FUGA DE CAPITALES, DEVALUACIONES, CORRIDA BANCARIA Y RECESION

El virus argentino empezó a contagiar

 Por Claudio Scaletta

La decisión de Uruguay de permitir la libre flotación de su moneda, que provocó una fuerte devaluación en el primer día (ver aparte), fue un nuevo detonante de la crisis que atraviesa Latinoamérica. Las principales monedas de la región también continuaron devaluándose. En Brasil, donde el poder financiero internacional no está dispuesto a permitir que Lula sea el futuro presidente, el riesgo país superó al de Nigeria. En Chile, el gobierno aclaró que no se verá afectado por la crisis regional. El ministro de Hacienda de México advirtió, por su parte, que el destino de su país podría ser el de Argentina, pero el presidente Vicente Fox se apuró a desmentirlo. A pesar de los matices, no son pocos los aspectos que unifican la región. El problema de la deuda, que comienza a ser cada vez más insostenible en algunas de las economías, se retroalimenta con el estancamiento, cuando no la fuerte caída, de los productos internos brutos y, en consecuencia, de los flujos comerciales y del ingreso de capitales especulativos. Aunque con indicadores más pavorosos, la Argentina y su crisis sólo parecen estar un paso por delante de los acontecimientos.
“La capacidad de la Argentina de influir en la economía uruguaya es mucho mayor que la que puede ejercer en Brasil”, consideró la ex secretaria de Industria, Débora Giorgi. La Argentina siempre tuvo un papel relevante no sólo en la exportación de materias primas a Uruguay sino también como mercado de algunas de sus manufacturas, “las que después de la devaluación de Brasil se reorientaron fuertemente hacia nuestro país”, explicó.
El 50 por ciento de las exportaciones uruguayas tienen por destino a Brasil (20 por ciento) y la Argentina (30 por ciento). En lo que va del año, estas ventas cayeron el 70 por ciento, dijo a este diario el economista uruguayo Ariel Davrieux. Además, el cambio en los precios relativos afectó al turismo, lo que provocó que durante el primer trimestre del año, los rubros de hotelería y gastronomía decaigan en torno al 20 por ciento. La devaluación argentina, en tanto, hizo más competitivos a sus productos, los mismos que exporta Uruguay. En el primer trimestre del año, el PIB uruguayo se retrajo el 10 por ciento, recordó el también senador por el Frente Amplio.
Pero el sector más afectado, coincidieron ambos analistas, fue el financiero. Luego de lo ocurrido en la Argentina, “aquí también se comenzó a hablar de corralito, lo que motivó retiros muy fuertes en los bancos más importantes y generó una gran vulnerabilidad sistémica”, consideró Davrieux.
Ayer, el riesgo país de Brasil superó al de Nigeria y se ubicó en los 1578 puntos básicos, en tanto el dólar cerró a 2,77 reales por unidad, esto es 2,2 por ciento por encima del cierre de ayer. Si bien el contagio argentino parece evidente, en Brasil tienen más peso las causas internas: la “incertidumbre electoral” frente al posible triunfo del candidato de centroizquierda, Luiz Inácio Lula Da Silva (que en las encuestas supera por más de 20 puntos al candidato oficialista José Serra), y el agravamiento de su situación financiera. Con una deuda pública cercana a los 280 mil millones de dólares, “el próximo año Brasil deberá obtener financiamiento por 52 mil millones”, dijo a Página/12 el economista Roberto Bouzas. Para Giorgi, el problema de Brasil pasa también por la economía real, pues “hace 4 años que, en promedio, su producto crece menos que su población”. Según la economista, la razón debe buscarse en la contradicción estructural entre su política macroeconómica ortodoxa, lo cual no le evita seguir padeciendo una alta tasa de interés, y el modelo sustitutivo de importaciones que aplica en muchos sectores. “En estas elecciones se resolverá esa dicotomía”, concluyó Giorgi.
En México, el dólar también volvió a subir llegando cerca de los 10 pesos por unidad y cerrando a 9,8. La moneda local acumuló una devaluación del 7,3 por ciento en los últimos dos meses. Acosado por problemas fiscales, el ministro de Hacienda, Francisco Gil, dijo que su país podríaenfrentar una crisis similar a la argentina. “La Argentina, durante un número considerable de años, tuvo un exceso importante de gastos sobre ingresos que fue cubriendo mediante ventas de activos”, dijo Gil. “Se le acabaron los activos y empezó a crecer su deuda de una manera exponencial y llegó un momento en que ya no le pudo dar servicio a su deuda”, añadió. Pero el presidente, Vicente Fox, desmintió a su secretario y descartó cualquier semejanza entre ambas economías. En Chile, donde también subió el dólar, el gobierno excluyó que la inestabilidad que vive la región afecte a su economía y aseguró que el país está “razonablemente resguardado” de contagios financieros regionales.

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