EL PAíS › LA LECTURA EN LA ROSADA

Sorpresa esperada

 Por Daniel Miguez

En el Gobierno sabían casi desde que comenzó el conflicto con las cámaras agropecuarias que no podían contar con el senador por Córdoba Roberto Urquía, propietario de la Aceitera General Deheza. Y en la Casa Rosada dividían opiniones entre los que comprendían su incómoda situación como ruralista y senador oficialista y los que lo criticaban por privilegiar sus intereses particulares por sobre los del país.

Sin embargo, la decisión de renunciar a los lugares que ocupaba en las dos comisiones que tratarán el proyecto de retenciones móviles –Presupuesto y Agricultura– sorprendió ayer a primera hora de la tarde al jefe del bloque kirchnerista en el Senado, Miguel Pichetto.

La noticia fue bien recibida en la Casa Rosada y rápidamente su silla en la Comisión de Presupuesto y Hacienda fue ocupada por un hombre de confianza de los Kirchner, el santacruceño Nicolás Fernández. Pero Urquía, además, era el presidente de esa comisión, cargo que quedó en manos del kirchnerista correntino Roberto Fabián Ríos. Hasta anoche no se había decidido quién reemplazará al empresario cordobés en la Comisión de Agricultura, Ganadería y Pesca de la que era vocal.

Pese a ser parte, en el Senado recuerdan que Urquía muchas veces votó proyectos vinculados al agro pero esta vez, como estaba en desacuerdo con las retenciones móviles, eligió dar un paso al costado.

El proyecto de Néstor Kirchner de 2003 de alentar el desarrollo de la burguesía nacional –aunque muchos en el Gobierno creían y siguen creyendo que en tal caso directamente hay que crearla porque la burguesía preexistente no logra actuar compatibilizando el concepto de nacional– hizo que Urquía tejiera una relación cercana con el Gobierno.

En el informe que la Aduana le pasó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner el lunes pasado y que ella le detalló a los dirigentes ruralistas que la visitaron en Casa Rosada en el reinicio del diálogo con el sector, se señalaba que los productores agropecuarios exportaron por 10.400 millones de dólares en lo que va del 2008. Aunque la Presidenta no abundó en más detalles el informe indicaba que el 92 por ciento de la producción había sido vendida por tan sólo 10 empresas, que además estaban ordenadas prolijamente en orden decreciente. La cuarta es la Aceitera de Urquía, que a lo largo de este año exportó por 1106 millones de dólares, el doble de la quinta del ranking, Molinos Río de la Plata.

El Gobierno ya había tenido un encontronazo con Urquía hace un mes cuando el Organo Nacional de Control de Comercio Agroalimentario (Oncca) advirtió que por error en 2007 el Estado le había pagado a la Aceitera General Deheza 36 millones de pesos de más en concepto de compensaciones y le exigieron que lo devolviera. Urquía fue intendente de General Deheza, donde está su fábrica, durante 12 años. En 2003 fue electo senador nacional y en 2007 encabezó la lista de diputados nacional del Frente para la Victoria de Córdoba. Pero renunció en noviembre, para completar su mandato como senador y hacerse cargo de la Comisión de Presupuesto y Hacienda.

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Imagen: Gentileza La Voz del Interior
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