EL PAíS › JULIO COBOS YA NO DESCARTA POSTULARSE A PRESIDENTE EN 2011

“El futuro dirá cuál es mi futuro”

El vicepresidente no se dio por aludido por la mención de las traiciones que hizo Cristina Fernández. “Tendremos que reunirnos”, dijo. También señaló que los ruralistas “deben darse por satisfechos” con la derogación de la Resolución 125.

Con su nuevo protagonismo político y tras ser recibido por los productores de su provincia casi como un héroe, era de cajón que a Julio Cobos iban a preguntarle cada cinco minutos si tiene aspiraciones presidenciales para el 2011. El jueves rechazó esa posibilidad en forma categórica, pero ayer dejó la puerta abierta a una postulación: “No tengo ninguna previsión... Nunca lo he hecho, no creo que esto convenga y el futuro dirá cuál es mi futuro”, dijo el vicepresidente en una de las entrevistas que jalonaron su día. También volvió a tirarle un anzuelo al radicalismo para que revea su expulsión del partido.

Cobos tuvo otra jornada de fuerte exposición mediática. Menos tenso que en las horas que siguieron a la votación en el Senado, le contó a Radio Diez que hasta Diego Maradona lo había llamado para felicitarlo. Cobos relató que el Diez le había dicho que “si hubiera votado por la afirmativa, también hubiera quedado bien porque todos lo iban a entender”, pero que su “convicción había hecho recuperar, poner en valor, el orgullo como argentino”. Dijo además que lo llamaron para felicitarlo “el gobernador de Santa Fe, Hermes Binner; el senador radical Ernesto Sanz; el gobernador de Córdoba, Juan Schiaretti; el neuquino Felipe Sapag y muchos intendentes, entre ellos el de Río Cuarto”. Pero puso distancia con Eduardo Duhalde, enemigo acérrimo del kirchnerismo. El mendocino aseguró que “carece de sentido común” pensar en un acuerdo con Duhalde y se reivindicó como parte del Gobierno.

En el segundo día luego del quiebre del Senado, Cobos siguió sin tener ningún contacto con la presidenta Cristina Kirchner, pero reconoció que sí se comunicó con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y con el titular provisional del Senado, José Pampuro, para hablar sobre el tema.

Por la tarde, convocó a una conferencia de prensa en el hotel Huentala de la capital mendocina, donde le preguntaron cómo había quedado la relación con la mandataria. Cobos no se dio por aludido por la mención de la jefa de Estado a las traiciones; dijo que con la Presidenta “seguramente tendremos que reunirnos” y propuso, de una manera un tanto increíble, que “lo que pasó, pasó”.

“Pero ¿su relación sigue en buenos términos?”, lo azuzaron. “Para mí está la buena voluntad para que así sea. A lo mejor está juzgando la realidad y hay que ver después, porque la historia se escribe con más tiempo y lo que evalúa no es una situación, o una parte. Es muy difícil evaluar la conducta de un hombre, una mujer, por un hecho puntual, sino por una sucesión de hechos. Habrá que evaluar toda la trayectoria de un hombre, una mujer, para entender el porqué de las posturas en determinados casos”, fue la respuesta.

También hubo unas palabras para los dirigentes del agro: “Con la derogación de la 125, el campo tiene que darse por satisfecho.” Cobos apuntó que tras la derogación “no debe haber ni vencedores ni vencidos” y que los demás reclamos del agro “responden a una planificación de acuerdo a cada realidad, que se tiene que hacer de acuerdo a un proyecto nacional”.

En cuanto a su vuelta al radicalismo, no ocultó que le resultaría bienvenida. “Nunca me fui, me echaron, que es otra cosa”, recordó.

Cobos fue expulsado de la UCR el año pasado e inhabilitado “de por vida” para ocupar funciones o candidaturas en nombre de esa fuerza, poco después de anunciar que integraría la fórmula presidencial del oficialismo con Cristina Fernández. El posible retorno de Cobos al partido dividió a los radicales, donde algunos hablan de “darle una segunda oportunidad”. Por lo pronto, Cobos volvió a hablar de la UCR como su fuerza. “Pido que se recupere la actividad interna porque no puede ser que tengamos muchos distritos intervenidos, sin la posibilidad de que se exprese el afiliado”, sostuvo ayer. “Lo que pido –explicó– es que el radicalismo recupere su normalidad, su institucionalidad y que después se resuelva cuál es el destino de aquellos que fuimos expulsados.”


Una marcha K en contra

Un grupo de jóvenes kirchneristas marchó hasta la casa del vicepresidente Julio Cobos para entregarle un centenar de cartas en las que manifestaron su disconformidad con su voto en contra de las retenciones móviles, lo que llevó a que el Gobierno debiera derogar la Resolución 125. “No se trata de un escrache”, se ocupó de aclarar Mariano Maure, del Movimiento de Unidad Popular (MUP). “Cada uno de los compañeros le escribió una carta al vicepresidente para manifestarle nuestro rechazo. Estamos consternados al ver que la sociedad está avalando una conducta distinta a lo que la mayoría de la ciudadanía votó”, dijo. “Acá no hay nada que festejar. No olvidemos que votó junto a personajes como Menem y Rodríguez Saá”, recordó Maure.

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El vicepresidente en su casa en Mendoza, adonde viajó tras desempatar la votación en el Senado.
Imagen: Télam
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