Este año, Barrionuevo tenía sus razones para adelantar el festejo por el día del trabajador gastronómico. La fecha, que es el 2 de agosto y se paga como si fuera un feriado, se anticipó para el 13 de julio, de modo que tuviera más proximidad con el lanzamiento de la CGT Azul y Blanca, se transformara en un acto contra la política del Gobierno y fuera un aperitivo de la movilización del campo al Monumento de los Españoles que se produjo dos días después. El escenario que eligió el sindicalista para la gran comilona que convocó a unos 20 mil invitados no fue casual: el predio de la Social Rural en Palermo. Ahí estuvo rodeado de Eduardo Duhalde, algunos ministros de Mauricio Macri y uno de los dueños de casa, Francisco De Narváez, presidente de La Rural Sociedad Anónima, que explota el predio ferial. Unos días después, Mario Llambías, presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA) y Hugo Biolcati, el vicepresidente de la Sociedad Rural, le devolvieron la visita en la sede de Uthgra. En un acto donde confluyeron patrones y sindicalistas, el primero de los empresarios agropecuarios fue ovacionado cuando llamó “compañeros” a los representantes de la CGT paralela.