EL PAíS › HUBO QUE HACER COLA DURANTE HORAS PARA CONSEGUIR NAFTA

Todo sea por llenar el tanque

“Desde temprano anduve con el coche buscando estaciones de servicio que estuvieran abiertas. Después, cuando encontré una, esperé durante una hora y media para cargar gas, pero se me paró el auto antes de poder llegar al surtidor. Entonces, fui a buscar nafta con un bidón y esperé 45 minutos más. Cuando uno piensa que la situación no puede ser peor se convierte en una pesadilla: cuando llegué otra vez al auto, ya no arrancaba”, relató ayer a la tarde Francisco, al borde de su Chevy que reposaba a la espera de la grúa a un costado de Libertador y Sánchez de Bustamante. La jornada de ayer se convirtió en un caos de autos, taxis y camiones que esperaron durante horas cargar combustible en las escasas estaciones donde se expendía, tras el anuncio del paro de 24 horas convocado por la Multisectorial de Empresarios Pymes y Trabajadores de Estaciones de Servicio. Hubo algunos incidentes entre clientes molestos por la medida, empresarios que no adhirieron y sindicalistas que pretendían que el cese se cumpliera a rajatablas.

Desde las 0, sólo en la ciudad de Buenos Aires más de 250 estaciones de servicio permanecieron cerradas en apoyo a la medida de fuerza. Por doquier se veían surtidores “clausurados” con fajas de “peligro”. En las pocas estaciones que estaban abiertas –algunas del Automóvil Club Argentino (ACA) y de YPF–, las filas de automóviles se extendían por cuadras y cuadras. En la estación de servicio ubicada en Libertador y Tagle, a las 17 la cola de autos llegaba hasta Billinghurst. Sin embargo, según Martín, un playero de la estación, “al mediodía, no dábamos abasto. Había como diez cuadras de cola que rodeaban a la estación, los autos llegaban casi hasta Salguero”.

Para no utilizar la poca nafta que aún quedaba en sus vehículos, muchos automovilistas prefirieron empujar sus autos y, hasta algunas camionetas, a mano. “Estoy con todos los bolsos en el baúl del coche para irme por el fin de semana largo a la costa. Casi no me queda gas, así que lo tengo que empujar porque sino me quedo en Buenos Aires”, aseguraba Marcelo mientras esperaba que la fila de autos avanzara en la estación de servicio de Charcas y Gurruchaga. Por otro lado, algunas de las personas que viajaban por el fin de semana eligieron como estrategia preventiva cargar bidones con nafta por si en las rutas la situación se repetía. Pasadas las 18, la falta de combustible repercutió, sobre todo, en los vehículos de transporte de pasajeros. Para Juan José, un taxista impaciente que esperaba cargar gas en una estación de Palermo, “lo peor es que con la espera estoy perdiendo un montón de viajes. Recién me llamaron para llevar un pasajero a Ezeiza y no lo puedo hacer porque la cola de autos ahora que la gente salió de sus trabajos es larguísima”.

Por la mañana, en una estación de servicio de Colegiales hubo algunos roces entre gremialistas, el propietario, empleados y clientes. Durante la madrugada, cerca de las 3, un grupo llegó a la estación de GNC de Alvarez Thomas al 1800 y encintó los surtidores en señal de que no se expendería gas. Como la estación siguió vendiendo, a las 10 hubo otra presión, pero en este caso con la presencia de una veintena de personas. Entonces, empezó un fuerte discusión en la cual intervino la policía y se llevó a los gremialistas en calidad de demorados a la comisaría 37º.

Informe: Mariana Seghezzo

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