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Cartas que queman

 Por Gustavo Veiga

La correspondencia que intercambiaban los militares del área Delta 400 con los sindicalistas de la industria química y petroquímica durante la dictadura es la base documental en que se apoyan para incriminar a Palacios, los familiares de desaparecidos como Paola Garello y detenidos en centros clandestinos de aquella época como Lidia Biscarte y Alberto Calvo (Página/12 contó sus historias en la edición del 27 de octubre pasado).

Garello, Toniolli (aparece citado como Tognoni) y el propio Calvo, son mencionados en una carta firmada por el coronel Jorge Valladares en la que les informa a Palacios y al fallecido Pedro Valiente (su antecesor al frente del gremio), “con respecto a que no hemos escuchado sugerencias, aclaro que todas las actas nomencladas por Uds. y dirigentes gremiales, zona Tucumán 2 han sido diligentemente cumplidas...”. A continuación, el militar detalla varias de aquellas actas y en la tercera dice: “Acta Petrosur nomenclada 1976/273 cumplida informe señor Rodolfo Gerbi/Garello/Tognoni/Calvo y otros cumplida con ejecuciones; contratado Berenkiski cumplida ejecución Valentini...”. Gerbi era el jefe de personal de Petrosur, antes había trabajado en la petrolera Esso y para Calvo (el único de los sobrevivientes del acta 273) fue un delator de trabajadores durante la dictadura.

Las cartas que están fechadas en Zárate y Campana entre abril de 1976 y agosto de 1983 (en las postrimerías del régimen militar) tienen varios párrafos que la Justicia deberá investigar si comprometen a Palacios –hoy tiene 73 años–, ya que Valiente falleció. Este último, en un mensaje dirigido al coronel Cigliotti, jefe del área Delta 400, el 19 de abril del ’76, le escribía: “La filosofía del 24 de marzo (de 1976) trasuntada en los comunicados de la Junta Militar y en las palabras del excmo. Señor Presidente, hace que el movimiento al cual pertenezco y tengo el inmenso honor de integrar la C.D. a través de los cuadros intermedios que recogen la posición de las bases, desea participar en el proceso de reordenamiento coincidiendo con todos los postulados del mismo, para terminar con el desgobierno y el vacío de poder”.

En el tercer párrafo de la carta, el gremialista agregaba: “Nuestros compañeros Valle, Valiente, Palacios y Abdala, desde tiempo antes del 24 de marzo, estaban en contacto directo con el Ejército Argentino y fueron interlocutores de las fuerzas armadas, estando de acuerdo con los establecido el 24 de marzo, para que en la Patria imperen la ley y el orden”. Siete años y tres meses después, el 22 de julio del 83, una denuncia contra trabajadores de Petrosur enviada por escrito al coronel Valladares finalizaba así: “Desde ya señor Coronel, nuestra gratitud para nuestras Fuerzas Armadas por haber liquidado al terrorismo apátrida. Reiteramos nuestro saludo y quedamos a vuestras órdenes sujetos a ellas, en defensa de la Patria y libertad. Vivan nuestras queridas Fuerzas Armadas”. Uno de los firmantes era Valiente. El otro, Nelson Palacios, es el actual secretario general de la CGT regional de Zárate-Campana.

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