Desde Colonia

Argentina y Uruguay firmaron varios acuerdos que venían con retraso de años, como el del dragado del canal Martín García para hacerlo navegable, toda una preocupación en Montevideo. Los presidentes hablaron bastante también sobre el proyecto para instalar una planta regasificadora de gas licuado en Uruguay, una propuesta que al gobierno de José Mujica sólo le cierra si le puede vender la mitad de lo que produzca a la Argentina. Pero la sorpresa fue cuando le preguntaron a Cristina Kirchner si habían conversado sobre la supuesta traba al ingreso de productos alimenticios en el país. “Creo que precisamente hay una traba con respecto a los pollos, pero no a los uruguayos sino a los argentinos”, disparó. Igual, pidió no usar la cuestión para alborotar más el gallinero. “Por favor, no cambiemos ahora el conflicto de Botnia por el de los pollos, porque ya veo que mañana salimos todos peleándonos por los pollos”, bromeó.

El tema no debe haberle resultado muy simpático a Mujica. Desde hace tiempo Uruguay protege su producción avícola para enojo de Brasil, que viene inundando la región con sus frangos. Días atrás Uruguay comenzó a importar una cuota no muy alta de pollos brasileños como para calmar esas protestas y ayer fue Argentina quien se sumó a las quejas. “También nos gustaría vender pollos argentinos en el Uruguay, como lo hace Brasil”, dijo la Presidenta en la rueda de prensa, quien añadió que la empresa argentina avícola Tres Arroyos se había instalado en Uruguay.

“La libertad de comercio es una utopía que los gobiernos perseguimos. ¡Siempre hay dificultades!”, sostuvo Mujica. Reconoció que “Argentina es un gran cliente de la economía uruguaya”. “Tenemos que defender palmo a palmo esta relación”, definió, pero aclaró que debía ser una relación en la que todos ganaran.

En la cuestión del dragado del canal Martín García todo marchó viento en popa: se acordó “avanzar decididamente para la profundización” del canal. El presidente uruguayo se mostró interesado en la cuestión de la planta regasificadora. Explicó que debía resolver cuanto antes si instalaba una planta de energía en base a gas o a carbón, pero que los números cerraban si la importación de gas licuado necesaria la podía compartir a medias con Argentina. Cristina Kirchner afirmó que el gobierno argentino está “dispuesto a colaborar” con el cambio de la matriz energética uruguaya.